Taeyong, alegremente, se estableció en una rutina con los niños.
Ahora que tenían las cosas que necesitaban y la casa estaba acondicionada a prueba de niños, se sentía como todo un experto en la materia.
Jaehyun trabajaba en horarios muy extraños pero mientras fueran constantes, Taeyong pensaba que no habría problemas.
Estaba trabajando más de lo que inicialmente acordaron, pero no le importaba, no era como si tuviera una enorme vida social que extrañase por cuidar a Jeno en las mañanas, así Jaehyun podía dormir o salir con ellos.
Esta mañana no era diferente. Estaba en un extremo del sofá, con la bebé en una mano y Stephen King en la otra, mientras Jeno jugaba con sus bloques de construcción, que estaban tirados portodas partes, en medio de la sala de estar.
―...Déjame en paz, ¡Hijo de puta! ―La voz de Jaehyun se oía por las escaleras, el hombre sonaba completamente furioso.
―Oye, Jen, ¿Quieres decirme lo que estás construyendo? ―Le sonrió al niño y palmeó el espacio junto a él. Con suerte si hablaba y distraía a Jeno, este no sería capaz de escuchar a Jaehyun
―La casa de mami.
―...Nunca más ―En la planta superior algo se rompió. Oh hombre. No sonaba como si las cosas mejorasen con la llamada telefónica de Jaehyun
―Parece una gran casa. ¿Cuántas habitaciones tiene?
―La habitación de mami. La habitación de Seulgi. Mi habitación. El baño.
―¿No hay una cocina? ―Necesitaba mantener a Jeno ocupado.
―No. La casa de papi Jae tiene una cocina.
Jaehyun bajó las escaleras, su rostro tenía una expresión dederrota.
―¿La casa de mami no tiene una cocina? ―Le hizo la pregunta a Jeno pero estaba mirando a Jaehyun, arqueando sus cejas a la espera de una respuesta. Jaehyun parecía estar a punto de gritar.
―No.
Jaehyun negó ―La tenía. Era de color amarillo.
―¿Por qué no intentas recordarla y así la construyes? Voy a ir a la cocina a prepararle una taza de café a papi Jae, ¿Ok? ―Besó la frente de Jeno y se puso de pie, Seulgi seguía durmiendo en sus brazos. Hizo una seña en dirección a la cocina.
Jaehyun lo siguió hacia la puerta trasera y apoyó la cabeza en la cortina.
―Ese hijo de puta.
―¿Tu ex? ―Fue su mejor conjetura.
―Quiere la casa. ¡Mi casa!
―Ah. Eso es... ¿Puede hacer eso? ―¡Qué completo malnacido! ¿Por qué un buen tipo como Jaehyun había estado con él?
―No, no, pero sí puede fastidiarme y quejarse y amenaza con demandarme y joderme ―Jaehyun suspiró ―Alega que era nuestra casa. La diseñé. La construí. Pagué por ella.
―¿Pensé que rompió contigo? ¿No se supone que él que rompe la relación es un imbécil?
―Sí ―Jaehyun suspiró, se frotó la parte trasera de su cuello ―No me gusta meterme en estas mier... Estas cosas.
―Apuesto que no. ¿Hay alguien al que necesites llamar? Como un abogado o algo por el estilo
―Voy a hablar con Jess más tarde. En este momento, sólo quiero mi café y creer que el día va a mejorar ―Jaehyun le hizo un guiño y esa cálida sonrisa lo afectó, directamente a sus bolas —¿Cómo estás, Taeyong?