Capítulo 11

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Habían construido una improvisada tienda de campaña, en la sala de estar, con la mesa de café, el sofá, un par de sillas y tres sábanas. Había almohadas, sacos de dormir y una manta en el suelo delante del fuego para sentarse, como si estuvieran delante de una fogata de verdad. Había un plato con salchichas, uno con los smore listos para armar y tres tazas de chocolate caliente ubicadas frente a la chimenea. Había varios palillos de metal con el mango de madera que tenían salchichas o malvaviscos. 

No estaba nada mal para ser una improvisación, como había dicho Taeyong. 

Los ojos de Jeno eran enormes, estaba muy emocionado y todos estaban en pijama. El de Jaehyun era de Bob Esponja. Taeyong se había reído la primera vez que lo vio. Todavía lo hacía reír. Por supuesto, él llevaba puesto uno de Oscar el gruñón. Jeno usaba uno de dinosaurios y la señorita Seulgi estaba en su balancín, luciendo un pijama de mariposas, riendo y pataleando. 

Taeyong se inclinó y le preguntó a Jeno en un susurro ―¿Quieres hacer los smore primero?

―Papi Jae dice que tenemos que hacer los hot dogs.

―Ah, vamos, papi Jae. Se trata de una fogata en medio de la sala de estar. ¿No podemos hacer primero el postre? ―Le hizo ojitos a Jaehyun.

―Oh, eso es totalmente injusto ―Jaehyun se rió entre dientes y Taeyong sabía que había ganado.

Sonrió y aplaudió ―Siiii. Vamos rápido, Jen, no sea que cambie de opinión.

Jeno se acomodó en su regazo y Jaehyun se rió entre dientes, sacudió la cabeza, sonriéndoles, con evidente cariño ―Así que lo primero que hacemos es preparar la galleta y la porción de chocolate, de modo que solo tengamos que poner el malvavisco encima cuando este asado, ¿De acuerdo?

Tomó el plato y dejó que Jeno tomara una galleta y un trozo de chocolate. 

―Ahora parte la galleta en dos, la otra mitad irá en la parte superior para mantenerlo todo unido, como el pan de un sándwich ―Era tan fácil ser paciente con Jeno.

―¿Es asqueroso?

Jaehyun se rió entre dientes ―No, es increíble.

Ya tenían el 'sándwich' hecho junto a ellos, luego le dio un malvavisco a Jeno y sostuvo el palillo para que Jeno pasara el dulce a través de este.

―Ahora, Jen vas a descubrir, si eres un niño quemado o uno asado ―Jaehyun palmeó los hombros del niño ―¿Yo? Soy un hombre asado.

Jeno frunció el ceño y Taaeyong lo vio concentrándose con fuerza y tuvo que morderse el labio cuando Jeno habló finalmente ―No quiero quemarme.

Jaehyun miró a Jeno, drenándose todo el color del rostro del hombre, dejándolo blanco como un fantasma.

Oh, maldición. Ni siquiera había pensado... 

Taeyong se acercó y tomó el brazo de Jaehyun, apretándolo un poco ―No, por supuesto que no, Jen. Papi estaba hablando acerca de tu malvavisco. Algunas personas los prefieren más asados. Eso es todo.

Se reunió con los ojos de Jaehyun. El hombre tenía que mantenerla calma, por amor a Jeno. El muchacho no había asociado esta clase de fuego con el incendio en su casa y tenían que mantenerlo así. 

Jaehyun asintió, sus labios se abrieron y se cerraron, entonces el hombre se aclaró la garganta ―Vamos a hacer uno juntos.

Frotó el brazo de Jaehyun y asintió, dejando a Jeno moverse al regazo de Jaehyun. Ni siquiera había pensado en eso cuando sugirió hacer una fogata y acampar. Tal vez era algo bueno para ambos. Pero, la alegría en la habitación disminuyó un poco, el fantasma de una mujer que nunca llegó a conocer estaba presente.

Dad | JaeYongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora