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||Capítulo 1, Un tic-tac constante.

Quackity siempre escuchaba un reloj, por alguna razón, Luzu siempre traía un molesto reloj que parecía estar descompuesto.

Algunas veces hacia un tic-tac tranquilo, como el latido de un corazón, llegaba a calmarlo cuando no había nada más que silencio.
Pero otras veces, el sonido era desesperante, demasiado rápido y pareciera como si el pobre reloj fuera a explotar en cualquier momento.

Y ahora mismo estaba haciendo ese sonido, tan desesperante, quería pedirle a Luzu que fuera a arreglar ese reloj seguramente viejo de una vez.

-Lusu-como siempre alargo la u, el nombrado volteo a ver al mexicano con una sonrisa de oreja a oreja.-Tengo hambre.

-Quacks, deberías empacar comida de vez en cuando-el mayor dio un sermon al azabache pero este era el mismo cuento de siempre.

-Pero Luzu, tu eres mi sugar Daddy, se supone que me mantengas.-

-Oh, así que si yo soy tu sugar daddy, ¿Que recibo a cambio?-alzó una ceja el de ojos carmín.

-Esto...-El azabache simplemente se acerco a besar los labios del mayor, Quackity era conocido por ser atrevido, demasiado coqueto con todo el mundo.

Luzu lo sabía...

Pero por cosas como esta, besos que llegaban a asfixiar, siendo tiernos, mostrando anhelo, a él no le importaba que su corazón se descompusiera lentamente.

En cambio Quackity no podía parar de apreciar lo suave que eran esos labios, aunque el sonido del mismo estúpido reloj lo hizo salir de su trance junto con un leve paso hacia atrás del español.
Abrió sus oscuros ojos, viendo así la cara del castaño, igual de roja que sus ojos.

No sabia si era por el calor que hacía o por su beso, probablemente ambas, aunque más la segunda.
Solo sabía que el reloj de Luzu, había arruinado el momento romántico que estaban teniendo.

Maldecía mentalmente aquella máquina descompuesta, hubiera deseado seguir con el beso.

Si tan solo supiera...

(...)

Luzu despidió al mexicano mientras lo veía entrar a su casa, que sinceramente ni parecía una maldita casa, pero no podía juzgar a ese pequeño "hogar" si era habitada por Quackity.

-Buenas noches Quacks...-

-Que buenas noches ni que nada, ¿No vas a pasar a saludar a nuestros hijos?-el tono de voz utilizado por Quackity era bromista, siempre era así.

-Entonces ya tienes nombre para ellos ¿Verdad?.-se acerco a la vivienda del mexicano, su mirada estaba repleta de cariño incondicional.

-Bueno... -rasco su cabeza con nerviosismo- Sus nombres ya están más que decididos por supuesto.

-Ah, entonces ¿Cuáles son?-una sonrisa burlesca apareció en la cara del español, le encantaba poner nervioso al más bajo.

-Cuanta pinché pregunta-Salió de los labios de Quackity- que tóxico te estás volviendo, Vlogs.

-Preguntar por el nombre de nuestros hijos no es tóxico-fruncio los labios en señal de falsa molestia.

-Puedes decir eso, pero ¿Como no vas a saber el nombre de nuestros hijos?-enfatizó "nuestros" con su voz, sonando indignado.- No sólo planeas escapar sin ver a nuestros pequeños y estas de tóxico, también eres padre irresponsable.

Una pose dramática fue hecha por el que traía un beanie, falsos sonidos de sollozos salen de su boca.

-Mi vieja bien me dijo que no tuviera hijos hasta que me casara, pero ahí voy de pendejo con la primera vieja que me topo-

-Entonces, nuestros hijos siguen sin nombre...-Luzu quería reírse, sinceramente se estaba aguantando la risa, pero no pudo evitar que una pequeña y diminuta risa escapara de sus labios.

-Todavía te ríes, ¿Que es tan gracioso? Y para que lo sepas, ya tienen nombres.-Al azabache siempre le encanto ver el rostro sonrojado de Luzu, combinaba tan bien con sus ojos, las estrellas hacían resaltar cada detalle de su cara, tal vez esta vez no era por un piropo, era por la alegría y la risa que estaba conteniendo, pero eso no importaba, no ahora.-Sus nombres son Calamardo y Tenta-Culos.

-Pero ¿Que clase de nombres son esos?-la risa porfin se escapo de la boca de más alto.

-Tu no ayudaste a elegirlos, ahora te aguantas...-Un sonrojo florece en mejillas, ¿Acaso no se le pudo haber ocurrido un mejor nombre?.

-Esta bien, mientras tu lo hayas elegido, estará bien, mi Quacks.- Las risas pararon y solo quedó esa mirada llena de anhelo dirigida al contrario, el español sólo deseaba que todos los días fueran así, juntos.

Pero de repente no solo sintió también se escucho su mecanismo fallar, como si se hubieran atascado los engranajes.
El dolor que sintió casi lo hace caer, más solo quedo como un tambaleó.

-¿Estas bien?- se escuchaba distante la voz de Quackity, podía jurar que se sentía como si estuviera bajo el agua.

El mundo empezó girar, pronto no distinguía la voz de Quackity y las luces de la noche empezaban a menguar por alguna extraña razón.
Podía escuchar como su corazón dejaba de hacer su característico sonido o tal vez solo ya no escuchaba.

-¡Al...ien!-La voz de Quackity se escuchaba más amortiguada y pronto todo rastro de conciencia se perdió en el más alto, solo quedo el dolor en su pecho.

♡♡♡♡

865 palabras

Nota:

No planeaba que este capitulo terminará así, solo surgieron algunas ideas en el transcurso de la escritura y una cosa llevo a la otra.

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