IV

243 20 11
                                    

-Pogo no estaba nada de acuerdo en formar parte del FBI, para suerte de él Gustabo tampoco lo estaba demasiado, pero aún así, éste simplemente decidió escuchar a su padre. Acto que de alguna manera hizo que se diera cuenta que Conway tenía algo de razón. Aunque Gustabo nunca lo admitirá, en el fondo echa de menos los viejos tiempos y, aunque sabe que nada se llegará a comparar con lo de antes, tiene una pequeña esperanza para que las cosas no sean demasiado distintas.-

-Gustabo y Horacio se encuentran patrullando por la ciudad en su primer día de trabajo formando parte del FBI ¿Qué donde están Conway y Evans? ni puta idea, pero no les importa en absoluto. Se lo están pasando bien, como en los viejos tiempos, aunque la gente no pare de troncharse con su aspecto físico; los dos amigos han de reconocer que las bromas que les hacen son originales, aunque ovbiamente siempre se las devuelven peor.-

¿Os coméis los delitos? ¿Ese es vuestro lema? - Son las palabras que soltó un civil en forma de burla al ver a nuestros dos amigos. Éste llevaba una chaqueta de cuero bien ajustada donde se le marcaba perfectamente su musculoso pecho, unos vaqueros semi-desgastados y unos zapatos con aspecto de ser de los ochenta. La verdad es que Horacio cuando lo había visto anteriormente se le había quitado lo poco hetero que le quedaba, pero, cuando pronunció esas palabras, supo que se le venía encima una respuesta tanto por parte suya como de su amigo. Le siguió analizando lenta y discretamente; vió que el color de sus ojos se teñía de un verde oscuro y que su pel* oh no... era calvo.-

No, disculpa, es que nos hemos comido tu pelo sin querer. -Respondió Gustabo-

¿Junto con vuestra dignidad? -Siguió insistiendo el desconocido-

Por favor, si tú tienes más pelo que dignidad y neuronas juntas. -Continuó el rubio.-

-Y así fue como empezó otra más de sus peleas, una la cual ganaron, obviamente, pero antes de que el señor se ocultase en el orizonte por completo a pasos lentos, Gustabo no se pudo resistir a gritarle - ¡CALVOOO! - Pero, ¿Quién le culpa?-

-Es verdad que Horacio y Gustabo se salen con la suya en la mayoría de las peleas pero, aun así, sus aspectos corporales no son muy agradables. Por es misma razón es por la que deciden hablar por tercera vez del asunto con Conway.-

Nesesitamos un balón gástrico -Dijo el crestas refiriendose hacia Jack.-

Lo sé supernenas, ya me lo habíais dicho -Respondió Conway-

Pues, ¿dónde están nuestros balones?, porque fuimos muy claros al ponerlos como condición para aceptar el trabajo. -Continuó Gustabo mientras que Horacio afirmaba-

Así es Gustabín, pero otra de vuestras condiciones fue que todos tuviésemos el mismo rango. No os dirijáis a mi como si todavía fuese el superintendente, porque no lo soy. -Les recordó el más mayor de los tres.-

Ya bueno, pero hablamos contigo para que tú se lo digas a los que están por encima de nosotros. -Dijo Horacio.-

Además, tú a mi me debes un favor. -Dijo Gustabo refiriéndose hacia Conway antes de que éste pudiese decir algo.-

A ¿sí? ¿Por qué? -Dijo Jack casi a la defensiva pero con algo de duda.-

Bueno... Te cepillaste a mi madre. - Bromeó Gustabo.-

-Horacio y Conway no pudieron evitar reirse, ya que no creían que pudiese haber aparecido esa respuesta tan inesperada por parte de Gustabo. Gustabo solo se unió a la risa pero en un tono muy bajo, ni siquiera llegaron a darse cuenta Horacio y Jack.-

A ver...¿Cómo que me cepillé a su madre? -Dijo Jack cuando todo se había calmado un poco más entre risas.-

Si, bueno, digo yo, no creo que ni yo ni mi hermana hubiésemos sido obra del espíritu santo. -Siguió bromeando su hijo. Otra vez todos volvieron a reírse pero Gustabo aprovechó cuando se calmaron un poquito para hablar.- A ver, el caso, que queremos nuestros balones. - Dijo Gustabo para no desviar el tema de conversación.-

-Jack puso una cara de  "Lo arruinaste".- Ya os he dicho que yo no os lo puedo conseguir.- Dijo refiriéndose solo hacia Gustabo.-

¿Quieres tuteárme de una puta vez? Ya si que nos hacemos las pajas juntos. -Dijo Gustabo con tono de cansancio haciendo referencia en su última frase a cuando el "Superintendente" le decía que no se hacían las pajas juntitos.-

¿Se hacen las pajas juntitos? ¿Sin mí? -Dijo Horacio con tono de indignación-

Tú eres el más gay de los tres. -Dijo Jack siguiéndoles el juego a Horacio y a Gustabo.-

En eso tienes razón ConGay -Siguió Horacio.-

Bueno, ya está, demasiada conversación de sexo por hoy. -Dijo el rubio.-

¿No tienes más conversaciones de sexo a lo largo del día? -Dijo Conway con cara de "No me lo creo".-

Desgraciadamente sí, por este señor de aquí. -Dijo Gustabo señalando a su "hermano" haciéndose la víctima- Pero te recuerdo que soy asexual, arromantico y a todo lo que se le pueda poner delante un "a". -Concluyó Gustabo.-

¿Anormal? -Cuestionó Jack por las palabras de su hijo-

Por ejemplo. -Afirmó Gustabo.-

Oye...Conway -Dijo Horacio para poder cambiar de tema-

¿Si? -Dijo éste.-

Por casualidad... no sabrás si Volkov ha despertado ¿verdad? -Dijo con algo de esperanza-

No Horacio...losiento, no se nada -Dijo Jack con pena y comprensión hacia Horacio.-

-Éste solo agachó la cabeza en forma de tristeza. Estaba a punto de hablar cuando, derrepente, sonó una música al lado suyo que hizo que pegara un brinco del susto.-

Perdón, las pastillas. -Se disculpó Gustabo apagando la alarma de su móvil.-

Tómatelas  -Dijo Jack.-

Ya voy viejo, pues claro que me las voy a tomar, por algo me puse una alarma a las 11 de la noche. - Le hizo ver Gustabo-

-Posteriormente, Gustabo sacó una mini botellita de agua y un bote de pastillas de su bolsillo para, después, abrir el bote de pastillas, meterse una en la boca y tragársela con ayuda del agua embotellada.-

¿Me das una? -Preguntó Horacio al ver como su amigo se tomaba esas tan apetecibles pastillas.-

Pues claro que no. -Respondió Conway antes de que Gustabo pudiese decir nada.-

¿Acaso quieres tener tú tambien a un Pogo? -Continuó Gustabo-

Pero tú ya sabes que yo las veo muy apetecibles -Dijo el crestas.-

Tú lo que eres es un suicida. -Comentó Jack-

¿Cuáles pastillas? ¿Estas pastillas Horacio? -Dijo Gustabo enseñándole el bote de pastillas a Horacio muy provocativamente.-

Para ya. -Le advirtió Conway a su hijo.-

-Gustabo solo puso los ojos en blanco y obedeció.-

¿Qué tal el 10-33? -Pregunta Conway en un tono más serio-

Bien, lo de siempre... gente riéndose de nosotros por nuestro físico, algunos atracos, robos de vehículos y un tiroteo. -Explica Horacio con normalidad.-

Aunque esto a cambiado a como era antes... -Dice Gustabo-

Ya... -Afirma Conway.- A veces... no todo puede ser como era antes. -Dijo manteniendo un extraño contacto visual con Gustabo.-

Tú y yo...¿Familia?    - Conway y Gustabo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora