9. Oscuridad

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Sus días pasaron como un sueño, jamás se sintió tan bien estar juntos, era maravilloso cada día.

El despertar con una vista hermosa atravez de la ventana fue glorioso, Thor se había levantado a preparar el desayuno, cantaba una canción bastante a gusto, cuando el desayuno estuvo listo le hablo a Loki para que bajara de lo que ponía la mesa.

Pasaron 10 minutos y no estaba ahí, algo en él le hizo sonar una alarma, subió rápido y con temor a la habitación, Loki seguía mirándose al ñespejo, respirando tranquilo pero con mucha seriedad.

A pesar de verlo intacto no se tranquilizo, toco su hombro suavemente y el pelinegro bajo la vista, sus ojos estaban cristalinos, con su mano acaricio la mano del rubio tratando de calmarse.

-Loki... ¿pasa algo?- pregunto temeroso
-Thor, no puedo ver nada- dijo con la voz quebrada

De inmediato lo tomó de la barbilla y pasó su mano cerca de sus ojos para comprobar lo que decía, no hubo respuesta alguna, solo las lágrimas de su esposo recorriendo sus mejillas, una punzada en el pecho lo hizo retroceder un poco, estaba impactado, sintió su corazón acelerarse de golpe y el miedo lo invadió.

-Estas asustado ¿verdad?- pregunto Loki
-No... solo dame un segundo- dijo Thor sin aliento
-Mentirme es inútil, yo también lo estoy, creo que se me esta acabando el tiempo- dijo con tristeza
-No hables así, aun nos queda mucho por vivir- tomo sus manos
-No te engañes más- acaricio el rostro del rubio -Lo siento en mi, no se como explicártelo, incluso hoy al levantarme de la cama lo sentí, ese escalofrío que recorre mi cuerpo, la muerte está por alcanzarme Thor y no hay nada que pueda hacer- lamentándose
-¡No vas a morir!- molesto -No lo voy a permitir-
-Se que harás todo lo que este a tu alcance pero no hay nada más, yo solo quiero regresar a nuestra casa y estar tranquilo ahí- le pidió

Thor asintió con la cabeza, lo abrazo, beso su frente y Loki se refugio en su pecho, lloro en silencio escuchando el latir de su corazón destrozado, quería evitarle esa pena, se odiaba por hacerlo sentir así pero estaba feliz de que cumpliera con su palabra de quedarse con él hasta el final.

Tomaron el primer avión que los llevara a casa,jv vvc estando ahí todo lo que veía el rubio le causaba0q melancolía, eran como espinas clavadas en su cuerpo, quería salir corriendo para dejar de sentir esa opresión en su pecho, estaba desesperado, se sentía inútil y con un nudo en la garganta que era constante.

Loki estuvo haciendo una grabación de cada momento hasta ahora, se puso a escucharlas y grabo una última, lo sentía tan cerca, sabía que pronto se iría y no tendría tiempo de despedirse de su amado Thor, le dolería tanto dejarlo solo.

Cada hora su malestar subía, se sentía mareado y la cabeza le dolía tanto como si fuera a reventar tan pronto se pusiera de pie, se repetía a sí mismo que estaría bien, no quería morir solo en s
Iu habitación.

Quería gritar pero sus labios no lo obedecían, parecía que su voz se hubiese extinguido, su pecho se oprimía y de pronto todo en su mente se nublaba.

Thor busco su canción favorita y la reprodujo hasta terminar cansado, un momento de sueño era todo lo que necesitaba, ese momento en donde todo era perfecto, eran felices y seguían vacacionando por el mundo.

La noche cayo tan pronto y un ruido proveniente del cuarto lo hizo levantarse de un brinco, subió corriendo las escaleras.

Loki empezó a convulsionarse, la sensación era indescriptible parecía que su cuerpo había tenido un corto circuito, por fortuna, casualidad, destino o como quieran llamarlo, tiró el reloj que se encontraba junto a su cama, ese había sido el ruido que se escucho.

Al principio solo se quedó pasmado e inmovil en la puerta de la recamara por ver lo que ocurría y segundos después corrió directo al interior mientras gritaba con desesperación que reaccionará.

La noche era fría, oscura y silenciosa, el camino parecía eterno mientras se dirigían a toda velocidad a un hospital cercano, Thor como la persona cariñosa que era iba acariciando preocupada el cabello del pelinegro, pidiendo al cielo que nada malo fuera a pasarle, en la parte delantera del auto iba conduciendo su vecino de forma alterada y nervioso de la salud de quien consideraba su amigo.

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