El despertar no pudo ser más monótono y desagradable. Sentía algo dentro de su garganta picar, como si fuese algún tipo de jarabe para la tos asqueroso. Su aliento apesta, está pegajoso y la luz que entra de su ventana rebota directo en sus castaños ojos.
Algo casqueó en su mente, recordándole el mensaje que se atrevió a enviar.
Su cordura estaba apenada y sumamente enojada, pues ese mensaje era vergonzoso y descarado. Está jodidamente apenado, tanto que desea morir en manos de su desnudo colchón. Se menea sobre el, divagando en la grosera opción de ver la contestación.
Navega y navega en un mar de posibilidades una más incoherente que la anterior, cada una más penosa que la pasada. Se decide por mirar su bandeja de entrada aunque se sorprende al verla vilmente desnuda, rogando por una notificación, así sea del banco.
Es un hombre triste hace años, ya sólo vivía por costumbre y se emborrachaba como terapia, no había cambiado, no maduró. Sólo es un mentiroso compulsivo que se autosabotea cada que tiene una misera oportunidad.
Se le olvidó por completo que es la vergüenza y el descaro. ¿Por qué pensaba en eso ahora? ahora quiere ver la respuesta del amor de su vida. Si tenía suerte, caería de nuevo en el pozo en el que él mismo la arrastraba.
Perfecto, simplemente esplendido y maravilloso. Estaba bloqueado y no entendía porqué. Quizás por haber sido un abusador y maltratador, pero no le quedaba del todo claro.
La respuesta se la esperaba, pero la parte más enferma de él seguía queriendo que Karla cayera en su mentirita. Deseaba que volviera a ser ese borreguito tierno y manipulable que era cuando se conocieron.
Miró atentamente la pantalla y notó que estaba quebrado, hecho pedazos, añicos. Paso su dedo sobre la parte resquebrajada, siente lo desigual de la pantalla mientras sigue procesando el bloqueo tan seco.
¿Por qué tanto enredo? Ella se lo perdía y hay gente que de diario gasta su dinero en él al ir al bar. Que se chingue, sí, que se chingue.
Una vez más su celular fue victima de sus malos tratos, fue lanzado por algún sitio cuando Guillermo decidió que ya tuvo mucho drama por esa mujer.
—Puta madre—. se le clavó un tornillo en el corazón.
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—¿Y Memo? él nunca tarda para venir—. es una preocupación genuina la que siente Hirving, Guillermo preferiría estar muerto a no llegar al bar.
—Debe estar enojado conmigo por lo de ayer, no hagas pedo y ya.
—¿Qué le dijiste o qué? —Giovanni lo mira despectivo, con los ojos entrecerrados desde su asiento en la barra.
—Nada que no fuera verdad—. Recibió miradas asesinas al por mayor—. Pues al chile, Memo tiene una mentalidad bien de morro y unos modos bien raros. Aquí a ese tipo de gente de la tragan viva, ¿o digo mentiras?
Gio estuvo en desacuerdo, pero no quería armar alboroto.
pienso editar este borrador para hacerlo más largo, solo q ya me dio penita no actualizar desde hace mucho 😭
ya me vale vrg la escuela, voy a actualizar las demás historias también jiji
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Ándale | Saúl Álvarez x Guillermo Ochoa
FanfictionUna celebración, una victoria, un momento incómodo y una mujer insistente fue todo lo que se necesitó. Una joven promesa del boxeo cayendo rendida en cuánto vió a ese hombre moreno y alto. Un joven que sólo estaba trabajando, que no lo notó más al...