UNA FUERZA ABRUMADORA Y... ¿¡EVOLUCIÓN!?

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Mikel se arrodilló frente al aún inmovilizado Pokémon y, tan rápido como pudo, comenzó a desgarrar la raíces con una afilada roca que encontró en el suelo

Mikel: Riolu, lo siento, todo esto es mi culpa - diría dolido - aguanta un poco más, enseguida te saco de aquí

???: ¿Otra vez te están salvando? Patético

Riolu: Mi-Mikel

Mikel: Sí, soy yo. Estas cosas están muy duras, pero te voy a sacar

Mikel aprovechó y le ofreció a Riolu una baya Aranja, quien no dudó en devorarla en pocos segundos, recuperando así algo de fuerzas

Riolu: Mikel, para

Mikel: ¿Qué?

El joven se despistó por un momento y una de las muchas estocadas que estaba ejecutando impactó en su dedo produciéndole un pequeño corte que comenzó a sangrar

Mikel: ¡Ay! ¿A qué te refieres?

Riolu: No lo ves, otra vez me estás salvando la vida

Mikel: ¿Y qué tiene de malo eso?

Riolu: ¡Pues que esta es la segunda vez que tendría que estar muerto!

Se produjo un pequeño silencio entre Pokémon y humano. A Mikel le dolía que Riolu dijese eso porque sabía que era culpa suya y de la rabieta que tuvo anteriormente. En ese instante, al chico se le ocurrió una idea para disculparse con su amigo, aunque tuviese que sacrificar algo importante para él

Mikel: Riolu, sé que dices eso por la discusión que tuvimos hace rato, pero quiero que entiendas que yo no pienso así. De hecho, jamás pensaría eso

Riolu: ...

Mikel: Sabes, antes mi vida era una mierda. Era la misma rutina todos los días y la soledad no es que ayudase mucho. Trataba de fingir que estaba bien, pero en verdad no lo estaba

Tras bastante esfuerzo, la raíz se rompió y Riolu pudo volver a tocar el suelo de nuevo

Mikel: Pero ese día, el día que te conocí, la cosa cambió. Todo comenzó a volverse más entretenido y, aunque me costases algún que otro disgusto, se podría decir que me salvaste

Riolu leyó el aura del chico y quedó emocionado al ver una gran aura color azul cielo que le indicaba que no mentía

Mikel: Por eso quería agradecerte y a la vez compensarte por lo de esta mañana con esto

Mikel metió su mano en el bolsillo derecho de su chaqueta y extrajo un bonito pañuelo de color verde

Mikel: Este pañuelo me lo regaló mi padre, pero ahora yo te lo quiero dar a ti

Riolu agarró el pañuelo con sus dos patas y se puso a mirarlo perplejo. El tacto era suave y agradable, sin olvidar ese ligero olor a Mikel que desprendía. Simplemente era el único y el mejor regalo que había recibido Riolu en toda su vida

Riolu: ¿Es-Estás seguro? No hace falta que me des nada

Mikel: Tranqui, ahora es todo tuyo. Es algo... - diría con una voz algo entrecortada - bastante importante para mí, así que prométeme que lo cuidarás bien

Riolu: ¡Cla-Claro que sí! ¡Te prometo que lo cuidaré genial! - diría emocionado

Con su otra pata, Riolu utilizaría una hoja seca para limpiarse la sangre que le quedaba en la cara y se ataría el pañuelo al cuello

Mikel: Te va un poquillo grande, pero parece que te queda bien

Riolu: ¡No me lo voy a quitar nunca!

Un Lucario EspecialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora