Un Lucario Especial

EL FUEGO TRAS MI ESPALDA

Dos días después de este inolvidable suceso, los chicos estaban algo "afectados" y cada uno fue un poco por su lado.

Cyndaquil, bueno... Quilava volvió a su hogar para tratar de comprender mejor su evolución.

Quilava: Sigo sin acostumbrarme a esto la verdad - diría mientras recogía bayas que se iba encontrando

Froakie: Estás todo el día con lo mismo, ¿tan diferente es?

Quilava: Pues claro idiota, es como estar en un cuerpo que no es mío pero notar que siempre lo ha sido

Froakie: Creo que debes dejar de tomar esas bayas moradas

Quilava: No te puedes tomar nada en serio

Froakie: Bueno... supongo que soy así :)

Quilava: Ahhg... y pensar que fuiste tú el que me salvaste

Froakie: Tranqui, para la próxima no lo hago - diría riéndose y dandole un golpe amistoso al otro Pokémon

Quilava: Jeje - mira hacia arriba - Aunque...

Froakie: ¿?

Quilava: ¿Crees que él me reconocerá así?

Froakie: Creo que deberías dejar de pensar en eso

Quilava: Vaya, ¿acabas de hablar en serio?

Froakie: Sí, es que no quiero que luego te lleves una decepción o algo por el estilo

Quilava: No, él no es así

(Flashback)

En una noche tormentosa, un humano y un Pokémon corrían directos hacia la estación

Bob: ¡Vamos Cynd! ¡Tenemos que llegar a la estación para coger el tren hacia el aeropuerto!

Cyndaquil: Bob, llueve mucho y hace frío. ¿No sería mejor coger el tren de mañana?

Bob: Lo siento, pero vamos tarde, tenemos que coger el siguiente avión si queremos llegar a Sinnoh a tiempo

Cyndaquil: Esto de viajar tanto es agotador, pero es increíble poder ir a tantos sitios con Pokémon tan distintos

Bob: Jeje y que lo digas

Pasaron 10 minutos y la densa oscuridad de la noche hacía casi imposible poder ubicarse, pero el entrenador y su compañero continuaron su camino

Cyndaquil: Bob tenemos que parar - suplicaría a la vez que se escuchaba un fuerte ruido - ¡no se ve nada!

Bob: Tranquilo, sé donde estamos y no falta tanto - diría con toda la calma

Cyndaquil: ¿Y si nos ataca un Pokémon salvaje? - insistiría nerviosamente

Bob: He dicho que no pasa nada Cynd, ¿no confías en mí?

Hasta que...

Cyndaquil: Si claro que...

Una fuerte corriente de aire arrastró al tipo fuego, golpeándolo contra una roca y casi arrojándolo a un río