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Otra actualización pa empezar bien la semana ajuaaa🤠

Los capítulos que siguen (en su mayoría) serán más narrados, así que disfruten este, bais




POV Jisoo

Abrí la puerta de mi casa y entré rápidamente, dejando mis zapatos en la entrada.

—¿Puedo agarrar un poco de agua? —me pregunto Rosé después de dejar sus zapatos también.

—Si claro, puedes tomar lo que quieras Rosé —le sonreí y ella hizo la mismo para luego moverse hacia la cocina.

Cerré la puerta y camine detrás de ella para tomar una bebida también.

—Toma —me paso una lata de refresco.

—Gracias Rosie —destape la lata y le di un gran trago —. ¿Puedo preguntarte algo?

—Claro ¿qué pasa? —se subió a la barra de la cocina y yo me acerque para quedar justo enfrente de ella, recargandome en la isla.

—¿Tú crees que Jessica sienta algo por mí?

—¿En serio me preguntas eso? —yo la mire confundida y ella se rió —. Chu, Jessica esta loquita por ti.

—Pero... ¿Las has visto?, ella... Ella es inalcanzable.

—Disculpa pero ¿tú te has visto al espejo? —Rosé me extendió la mano para acercarme a ella —. Por dios Jisoo, tú si que te ves inalcanzable... Eres preciosa y además jodidamente caliente —dejo su bebida en la barra para poner ambas manos en mis hombros.

—¿Realmente piensas eso? —la mire esperanzada.

No muchas personas me decían que era linda. Ni me hacían sentir bonita.

—Y no soy la única, créeme —paso sus piernas por mi cadera para acercarme más a ella y dejarme entre sus piernas —. Jisoo, escúchame bien para que se te quede bien grabado; eres preciosa, bonita, guapa, linda, perfecta y todos los adjetivos bonitos que existen y que mereces que te digan —tomo mi rostro en sus manos y después dejo un besito en mi frente.

—Rosie, te adoro —hice un puchero y la abrace, escondiendo mi rostro en su cuello.

No se como termine siendo tan unida a Rosé pero no me quejo porque sus abrazos son muy reconfortantes y cálidos. Además de que me trata muy bonito.

—¿Hay alguien en la casa? —me dijo Rosé en el oído.

—No que yo sepa, Jessica me llama cuando llega y Lisa deja sus zapatos en la entrada —murmure algo amortiguado pues estaba muy cómoda en su pecho.

—Es que escuche pas... —Rosé se quedó callada de la nada, así que clave mi barbilla en su pecho para poder mirarla.

—¿Qué pasa? Parece que viste un fantasma —me reí de ella.

—¿Interrumpo? —ay, la madre.

Preferiría que fuera un fantasma.

Creo que Rosé sintió mi cuerpo tensarse por lo que empezó a acariciar mi espalda y mi cabello para relajarme.

—Sí, lárgate —le dijo Rosé y yo traté de evitar reírme.

Viejas mamonas | Jensoo & Chaelisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora