La vida en Barcelona de por si ya era bastante llevadera. Luego de su llegada al país hispanohablante desde Canadá, decidió que este sería un buen trabajo, con un buen cargo y un buen salario.
Fue todo lo contrario.
Lo han traído a tierras españolas con el engaño de un cargo más alto y una calidad de vida mucho mejor. Lo del cargo si fue verdadero, pero solo a un nivel más. Mientras que su calidad de vida esta igual, o incluso peor que en Canadá.
Lo único bueno que puede resaltar del país es su soledad. No extraña a su familia ni a sus amigos, tampoco los necesita. Simplemente se ocupa de él y de su aburrido y repitente trabajo. Le gusta estar solo, no le es un problema. Al fin y al cabo, su trabajo es bastante solitario últimamente.
El cambio de su hora es a partir de las tres de las tarde, veinte minutos antes ya esta allí. Deja apoyando su trasero sobre la silla movediza y no lo mueve durante las próximas cinco horas.
¿Y a eso le llaman cargo superior?
Lleva un año ya instalado allí y no ha tenido ninguna aventura de "agente" que el esperaba, o mejor dicho, quiere. Su idea de que la sociedad española era mas rebelde que la americana se esfumó de su mente por completo. Bastante estereotipado lo dicho.
Había días en los que se imaginaba dentro de las películas de Hollywood, siendo el típico agente secreto que rescata a todos de un mal con sus habilidades de super fuerza y sus reflejos de gato.
Quien lo engaña, el solo sabía pelear, persuadir, mentir y manipular. Sin embargo, hasta ahora no habia existido la oportunidad para usar sus "habilidades".
Otros días, recordaba a su padre; uno de los mejores espías del FBI, conocido por su gran talento, seguridad y confianza. La gente solía compararlo con su padre, quien no. Pronto se darían cuenta que eran como aceite y agua. Su padre murió hace tres años y no hay nadie que extrañé más que el. Por eso sigue aquí, de pie, enfrentando su situación en Barcelona.
El quiere ser como su padre. Quiere no, debe serlo. Debe cumplir con los deseos y la descendía de su honorable espía del FBI. Que sean como aceite y agua no lo impedirá.
Y eso comenzará a partir de hoy, cuando oiga el tono de llamada del teléfono frente suyo.
Ni el se lo creería. Nunca había sonado el telefono desde que estaba allí.
Sorprendido, tomó con una mano el teléfono e inmediatamente habló. El tono de llamada le resultó gracioso.
—¿Código?
—Zanahoria, lechuga, zanahoria, tomate y albahaca
Ambas conexiones cortaron a la vez.
El temblaba de la emoción. Pegó un salto de la silla y fue directo a la oficina de su directora.
Le comentó la situación y la señora de pelo negro, simplemente dijo;
—Quiero que demuestres tu talento, Peters.
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SACRIFICE evan peters
Teen Fictionun agente secreto duda de su trabajo, pero pronto una llamada borrara aquella duda, para llenarla de adrenalina, brutalidad y amor evan peters.