Segunda Opción |𝕊𝕥𝕒𝕟 𝕄𝕒𝕣𝕤𝕙 𝕪 𝕥ú| ¡𝐒𝐨𝐮𝐭𝐡 𝐩𝐚𝐫𝐤!

Capítulo 2

Recuerdos parte 2.

Habían terminado de comer, el niño pelirrojo te había dicho que lo esperaras después de clases, pues quería proponerte algo.

Terminaron las clases pero Kyle y Eric habían sido llamados hacia dirección y extrañamente no regresaron justo a tiempo. Sin embargo, t/n optó por esperarle fuera de la escuela.

Caminabas por los pasillos de forma rápida pero escuchaste los pasos de alguien atrás tuyo, se acercó para hablarte.

—Hey t/n, no te vi en la mesa.

— ¿Wendy? Oh, pues... sucedió que... me senté en otra parte.

—Ya veo, no pasa nada, entonces ¿vienes conmigo? haré una pijamada con las chicas en casa de Bebe. Tal vez nos podemos conocer mejor junto con las demás.

—Gracias Wendy pero creo que hoy no, además esperaré a alguien. —Hubo un corto silencio—

—No... No te preocupes, otro día será, iré a buscar a las chicas mientras tanto ¡cuídate!

—Tú también Wendy.

La pelinegra regresó a los salones, te sentiste un poco mal por haberla rechazado tan de repente.

Llegaste a la salida y te sentaste en el suelo a un lado de la puerta de la escuela para que los demás chicos pudieran salir.

No habías notado una presencia al lado tuyo, era Stan.

—Hola Stan. —Saludaste sonriente—

—Hola.

Stan no te miraba, sólo se limitaba a ver el suelo, así que decidiste hablarle.

—Ah, yo esperaba a alguien—Dijo esto aun con la mirada clavada al suelo, le tomó un par de segundos para volver a hablar— ¿Y tú?

—Pues, yo igual.

— ¡Oye! puede que por casualidad sea a la misma persona.

—Puede ser.

Ambos ríen por la incomodidad.

—Hmb mphmmph hmmh tmm.

Comenzó a hablar Kenny que había llegado tan de repente. Este se sentó al lado tuyo aunque sólo se estaba dirigiendo a su amigo.

—Sí, yo también, esos idiotas deben dejar de pelearse en clases—Se quejó el pelinegro de ojos azules—

Lo único que entendiste de parte de Kenny fue un "Sí" aunque luego comenzaría a hablarte a ti. Él sabía que no podías entenderle así que movió un poco su capucha naranja, para que así no haya malentendidos.

—Entonces t/n, ¿Desde cuándo vives aquí o te mudaste? —La voz de Kenny era muy hipnotizadora para t/n, el hecho de escuchar su voz por primera vez era simplemente fascinante.

—M-me mudé.

—Oh Bueno.... y ¿A quién esperas? O es que sólo hablabas con Stan. —Preguntó arqueando una ceja—

—Sólo esperaba a alguien y justo Stan ya estaba aquí.

—Pues de hecho sí ¿saben? Ahora sí creo que esperamos a la misma persona. —Comentó el pelinegro—

En este momento Stan ya te estaba mirando.

—Uhm, a propósito, Stan me gustaría saber— Te detuviste—

Stan había comenzado a hacer unas muecas y gestos muy extraños, eso te hizo sentir incómoda así que sólo lo mirabas con preocupación mientras tanto Kenny sólo observaba atentamente en silencio.

—Oye...te... ¿sucede algo? ¿Estás bien? — Colocaste tu mano en su hombro— ¿Puedes decirnos?

Stan vomitó, lo habría hecho en tu cara y en la de Kenny, sin embargo, lo hizo del lado contrario donde se encontraban sus amigos.

Kenny estaba totalmente sorprendido mientras que la niña estaba preocupada.

—Hola t/n...

Wendy y sus amigas habían salido justo en ese momento y observó la situación por unos instantes antes de volver hablar.

—Ah y hola Stan... — Se acercó de forma determinada hacia donde se encontraba el niño de ojos celestes— ¿sabes? estaba pensando en salir a algún lugar

No pudo terminar su oración, el pelinegro le vomitó en la cara.

—Eww— Las chicas terminaron por retirarse de ahí con asco y sin decir nada más, mientras que Wendy sólo le miraba fijamente para después irse también.

— ¿Qué mierda fue eso? —Preguntó Kenny con una notoria sorpresa—

—No...lo sé—respondió Stan—

—Oigan, miren ¡eso es lo que comimos enante!

—Tienes razón—habló el rubio—

— ¿t/n? —Una voz se escuchó detrás de ti, era Kyle así que lo saludaste. —

— ¡Hola! —dice la muchacha con una sonrisa amigable—

— ¡Aquí estabas! creí que te habías ido ya que no te vi en el salón ni en los pasillos. —Comenzó a hablar el pelirrojo mientras se acercaba a ti—

—Eres un estúpido judío, me hiciste perder tiempo por gusto —Se escuchó otra voz, era de Cartman, la cual sonaba molesto. —

— ¡Pero fue tu culpa que nos hayan llamado a dirección!

— ¿Ah sí? sólo pídeme perdón para que todo esto acabe, Kyle.

— ¿Y yo por qué?

—Estuviste jodiéndome todo el puto rato porque ella— te señala— no te espero.

—Ya cállate, esperen, oh dios ¿Stan vomitó?

—Sí y lo hizo dos veces—Respondió el de anorak naranja y cabellos rubios—

— ¡¿Qué?! ¿Hablas enserio? ¿Con quién? —Pregunta Kyle—

— ¿De qué?

—Tú sabes, bueno apropósito t/n... Quería conocerte mejor... claro junto a mis amigos. Teníamos pensado en ir a casa de Cartman a jugar.

—Oh, yo no sé es que... es decir ¿Cartman me dejaría ir?

—Ah, sí, seguro que sí—Respondió instantáneamente Kyle—

— ¿Qué? ¿Cuándo me pidieron permiso? ¡Kyle eres un pendejo! Hey, aunque t/n puedes ir pero con una condición, a cambio quiero...

—No le hagas caso —Interrumpió el pelirrojo—

—Bueno si es así, debería pedirle permiso a mi mamá—habló la única niña de ahí—

—Entonces vamos a tu casa—dijo Kyle—

— ¿Qué? —Preguntó sorprendida la niña—

—Vamos a tu casa y le pediremos a tu madre que te deje venir con nosotros ¿no? —Comentó el mismo niño de ojos esmeraldas, buscando respuestas por parte de sus amigos—

—Sí, así tal vez no se negará, es una buena forma—mencionó el rubio mientras se levantaba del suelo—

Y así fue, los chicos comenzaron a caminar hacia casa de t/n para pedir permiso. 

Durante el camino iban hablando sobre cualquier cosa relevante, contando chistes, hablando sobre algunos alumnos o por qué Kenny es pobre.

—Bueno y ¿Cuándo superas a Wendy? Stan. —Habló de repente Eric Cartman, cuyo fin era irritar a los demás—

— ¿De qué hablas gordo? Yo puedo superar a quién sea.

—No lo creo—Sonrió Cartman de forma maliciosa—

Esta vez intervino Kyle para poner orden, ya que comenzó a sentirse avergonzado por la presencia de Cartman.

Por tu lado y a pesar de que se insulten de todo eso te hacían sentir parte de ellos, el hecho que se hayan juntado contigo el primer día los hacía especiales para ti. 

Tal vez Wendy había exagerado un poco en aquel momento.