05: Situaciones Celosas 2/2

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La navegante se encontraba furiosa, eran de lo peor, esos tres se hacían llamar temibles y todo eso, pero no podían ver algo tan simple como alcohol, chicas o comida, por qué ya eran personas diferentes.

–Linda... –El sujeto ingreso a la habitación– Creo que es de mala educación dejar a tus invitados solos...

–¿Invitado? ¿Mío? –Se cruzo de brazos– hace apenas unos segundos ni siquiera sabía que compartía el mismo aire que tú, ¿Como rayos insinúas que eres un invitado aquí?

–La Emperatriz me ha invitado personalmente... –Comento, para acercarse a Nami– Y ha sido ella quien en persona me trajera hasta aquí...

–¿Deseas que te felicité por eso? –Lo apartó– Sal ahora mismo de mi habitación, de lo contrario me veré obligada a sacarte a patadas...

–No sabes cuánto ansió que me toques...

Tras lo dicho, el hombre tomó a Nami, arrinconandola contra una de las esquinas, mientras ejercía una increíble fuerza sobre su cuerpo.

La chica tan solo trataba inútilmente de soltarse, mientras veía con asco como ese sujeto la mirada de arriba abajo, una de sus manos estaba en una zona bastante inadecuada, mientras hacia movimiento para nada provocativos ni mucho menos placenteros, estaba comenzando a sentirse mal, tenía miedo de que ese sujeto le hiciera algo más, no podría con ello.

–Creo que la fiesta ya ha terminado... –Comento una voz masculina ingresando a la habitación, mientras avanzaba firme hacia el muchacho– ¿Por qué no vas a ver si te dejaron lugar?

Tras un fuerte golpe, mando a volar al sujeto fuera del barco, a la vista de todos, en ese momento, cerró la puerta de la habitación, acercandose a la muchacha, quien miraba el suelo con atención.

–Nami... –Murmuro, notando a la chica temblar, su mano comenzaba a picar.

–¿Cres que estoy es correcto?

Luffy la miraba fijamente, la voz de Nami sonó cortante y distante.

–Contesta. Capitán.

–¿Te molesta que estén aquí?

–¡Veo que sigues siendo muy ciego para darte cuenta de todo! –grito Nami lanzándole un cojín– Ese sujeto entro... Casi me~

–¡No te iba a hacer nada porque yo te estoy cuidando tonta! –Grito Luffy para callarla, no quería ni imaginar lo que pasaría si los dejaba a solas, eso nunca.

–Lo se.. –Suspiro ella– Lo siento... –Susurro para levantarse– ¿Puedes salir?, me quiero cambiar....

En ocasiones, a Luffy le daban ganas de golpear a su navegante tan fuerte, para ver si toda esa actitud de niña malcriada se le quitaba, Pero no podía, no podía colocarle una mano encima.

–Capitan~ sal por favor.

–Deja de decirme así, solo lo haces cuando me quieres muerto.

–¡No digas eso idiota! –Le grito asustada– ¡Jamás he pensado eso! ¿Por qué sales con esas cosas?

Luffy de pronto se tiró a reír, tomando a Nami desprevenida, se acercó y la beso en la frente para darle un abrazo.

–A veces realmente eres rara, ¿Quieres hacer algo en la noche?

Nami lo miraba fijamente, tratando de procesar aquel repentino beso y ese abrazo tan acogedor

Robin lo miro con atención, tratando de adivinar que pasaba ahora por su mente, el capitan de los sombreros de paja solía ser muy facil de leer, pero esa no era la ocasión.

–Sacalos del barco y veremos...

Eso hizo reír al capitán quien solo salió de la habitación si decirle al más a la mujer

Por otro lado.

–¡Conmigo la pasarás increíble! –Grito un chico rubio entrando de quién sabe dónde, para caer junto a Robin, la cual se asustó ante la repentina presencia, no lo había sentido cerca– ¡Mucho gusto! ¡Mi nombre en Raven!.. –Tomo la mano de Robin– Mírate que eres más hermosa de lo que mencionan..

Robin sonrió ante aquello, sus palabras eran tan secas y falsas como su sonrisa, odiaba verlo cerca, por lo que dirigió la mirada hacia Nami, y luego hacia Zoro, este ya se encontraba mirándola, por lo que se relajó.

–¿Y tú nombre bella dama? –Interrogó Nailon.

–Me llamo Robin.. –Sonrió mientras comenzaba a caminar lejos de él.

–Es un maravilloso nombre, dime, ¿Deseas que haga algo por ti? –Preguntó Bloqueando su paso– tengo bastantes ideas..

–Si pudieras dejar de hablarme.. –Dijo la morena para sonreír– No sabes lo feliz que me harías..

–Pe-pero.. –Tomo su mano– Señorita por favor..

–No la toques. –Habló Zoro detrás de él.

–¡¿Y tu qué haces aquí?! –Le grito Raven– ¿Acaso buscas pelea?

–No creo que sepas lo que eso significa.. -Gruño el espadachín– Ahora largo..

Pasando por su lado, tomó la mano de Robin, y la jalo él, llevándola lejos de ese hombre, odiaba que alguien más que no fuera él la tocará, y eso iba también para el idiota de Sanji, el cual por alguna razón, no parecía entender lo que tenían ellos, o quizás si, pero no lo lograba aceptar.

-No era necesario que me ayudarás... -Dijo la mujer luego de estar a solas- Realmente odio que te pierdas de lo que más amas...

-¿En serio te pondrás en ese estado? -Zoro se cruzo de brazos.

-¿Cómo quieres que me ponga entonces? -Se cruzo de brazos también- todo el rato coqueteando esas niñas, y no me puede hablar un hombre, por qué sales como perro guardian.. –Lanzó molesta– eres increíble~

Robin se enderezó y suspiró, iba a dejarlo solo, no necesitaba tenerlo cerca en ese momento, justo cuando quiso salir, Zoro la tomo del brazo, y la pego a Él, besándola contra su voluntad, Robin intento negarse de muchas formas, simplemente no podía, Zoro sabía dónde y cómo tocar mientras le besaba, eso contando que sabía cómo me gustaba ser besada, lenta y apasionadamente mientras le tocaba la espalda o los brazos, eso para ella era todo lo que necesitaba para calmarla.

–No se por que te enseñe eso~ –Susurro ella entre besos, cada vez más y más subidos de tono.

–Pero que te encanta que sea yo quien te toque~ –Murmuro contra su oído– ¿No es así?

–Eres mi hombre~ –Susurro ella ya abrazada a él– Claro que me gusta.

Zoro sonrió ante lo dicho, la abrazó contra si mientras notaba que la zona en la que se encontraban era la cocina, agradeció intensamente que todos estuvieran distraídos, casi hace algo con Robin es ese lugar, vaya que era un animal.

–¿Y si mejor nos vamos a la habitación? –Pregunto Zoro yendo por los labios de Robin nuevamente.

La mujer rio y usando su poder, alejó al hombre.

– Por más que me encante besarte y estar en tu fuertes y atractivos brazos... –Comenzó hablando tranquila mientras se sentaba en su sitio– No cambia el hecho de que yo esté bastante molesta por lo que pasó hace rato...

Zoro suspiró, no tendría salida.

Caminó hasta su esquina habitual, y se sentó como de costumbre, quedando dormido al instante, para cuando despertó, Robin estaba a su lado, dormida, tomándola en brazos salió de la cocina para llevar a su respectiva habitación, al salir y notar todos en silencio, se sorprendió a ver que el barco estaba completamente vacío, quedando uno que otro de sus compañeros por ahí, notando tambien, a su capitán y la navegante en la cabeza del Sunny, solo mirando el mar..

–Veo que logro arreglarlo...

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Holi

Sigo Viva.

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