Capitulo 1

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-¡Ana!- me grita mi padre desde las escaleras, me tapo con la almohada y me quejo - ¡Vamos, se te hará tarde! – tiene razón, bufo y me levanto de mala gana de la cama, mi cabello esta despeinado intento acomodarlo un poco.

-¡Voy!- le respondo a mi padre, no recibo respuesta pero por el ruido de los platos a de estar acomodándolos en la mesa, bostezo mientras estiro mis brazos al aire, me levanto de la cama y me pongo mis pantuflas.

-Vas a llegar tarde- me replica mi padre, rodeo los ojos, si llego la cafetería no está muy lejos de casa, con el metro llegare en menos de quince minutos.

-Tranquilo padre- le doy un beso en la mejilla, voy a la nevera y tomo el galón de leche- Rápido me baño y me pongo el uniforme- suspira y nos sentamos al fin, me muero de hambre, hoy hizo waffles y tocino a un lado, mi favorito.

Al terminar, lavo los platos que se utilizaron no son muchos por suerte solo somos el y yo, mi madre nunca la conocí, bueno no tengo recuerdos era muy pequeña, solo sé que era muy bonita y que era Polaca, mi padre no me habla mucho de ella, se fue de casa cuando apenas yo tenía un año de edad, decía una broma cuando yo aun estaba en brazos – Cuando camines yo podre irme, solo estoy esperando- mi padre reía cuando lo decía y cuando sucedió no tardo en irse y no volver a saber de ella.

Corro hacía mi cuarto, ya con el uniforme puesto y con el pelo entrelazado en una toalla, dejo las sandalias de baño a un lado me pongo mis calcetines y mis tenis de siempre, bloqueador y un poco de humectante en los labios, me doy una última revisada por el espejo, dejo la toalla en la cama – mi padre me a va regañar pero ya es tarde- y al ver que todo está en orden, tomo mi mochila de la silla que esta aun lado de la ventana y salgo disparada a la puerta.

-¿Y no que no se te hacía tarde?- me dice mi papa en tono burlón mientras abro la puerta, rodeo los ojos.

-Nos vemos en la noche- ríe y se despide, mientras voy cerrando la puerta y corro al metro por suerte está muy cerca de mi casa, por la hora no hay tanta gente, mi cabello esta empapado saco un cepillo de mi mochila y empiezo a peinarlo en una coleta alta, me llega a la cintura estoy decidida que el próximo fin me lo cortare, a los hombros.

Al llegar doy una última vista a mi teléfono, llegue justo a las 9:00 am, mi hora de entrada, respiro al fin, estaba muy tensa, creí que no llegaba y el nuevo generante, me odia.

-¡Anastasia!- lo invoque, volteo a mirarlo – Por primera vez llegas temprano- enserio ya no sabe ni que decir, el mes pasado estaba llegando tarde porque estaba en finales y la vida no me daba y fue justo cuando el entro como el nuevo gerente.

-Erick- sonrió sin ganas – Por favor, dime Ana- no sé cuantas veces se lo he dicho que no me diga Anastasia – e estado llegando a mi hora desde casi un mes, creo que le falta aumento a tus lentes – marco más la ultima oración y antes de que me diga algo, me voy corriendo a los lokers para dejar mis cosas.

-Any- me saluda Sara y esta mas emocionada que otras veces, es mi única amiga no soy muy sociable de un tiempo para acá deje de salir con los que creí que eran mi amigos y mi circulo empezó a reducir, ahora solo es Sara y mi amigo Rodrigo que vive en otro estado y claro mi hámster Tomas –¡No lo vas a creer! - da pequeños aplausos.

-No... lo sé- digo algo confundía, ella es muy alegre pero hoy está al cien de energía y felicidad.

-Mi daddy me regalo estos boletos- muestra cinco tickets – por mis 21 años – es cierto Sara es unos años mas chica que yo aunque para su edad es muy madura, aunque aveces no lo parezca - y quiero que vengas conmigo- me pasa un brazo por mis hombros y da unos pequeños saltitos.

-Espera...espera- digo mientras toso de lo sorprendida.

-No digas nada, los boletos son para este fin de semana y mejor aun  es nuestro descanso- dice mientras juega con su cabello y lo pasa por detrás de sus hombros - Sebastián y Armando les toca ahora cubrir, nos iremos a Mazatlán y no puedes decir que no- me da un beso en la mejilla y no pude responder porque salió del pequeño cuarto donde se encuentra los lockers.

Lo que fue el transcurso del día Sara me evitada, sabía que me iba a negarme rotundamente, no es correcto y aprecio la invitación nunca e salido a otro estado, y no conozco el mar tampoco suena tentador sinceramente y tengo dinero ahorrado podría yo pagarle el boleto y...

-Reúnanse- nos dice con voz firme el gerente, dejamos de limpiar y nos acercamos todos al mismo tiempo - gracias, este fin de semana trabajara Sebastián y Anastasia- lo miro con extrañes, en fin era obvio- dado que hoy vino a trabajar Salvador, tu – me mira el mantecoso- puedes descansar hasta el viernes- asiento.

-Querido- Sara se acerca a Erick, el esta loquísimo por Sara con justa razón es guapísima – será mi cumpleaños este fin de semana y me gustaría que Ana estuviera en él - hace pucheros y juega con un mechón de su cabello – claro también me gustaría que... - se acerca aun mas a él y carraspea

– Bueno... bueno – se acomoda y Sara se aleja con una sonrisa amplia sabe que gano – por esta vez dejare que Anastasia descanse el fin.

-Excelente, sabia que podía contar contigo- le guiña el ojo y el tono de su rostro ahora es como el de una manzana roja- nos vemos mañana Erick- ¡hay dios!, ya mis ojos y oídos soportaron mucho, vamos a los lokers, tiene mucha seguridad Sara ni siquiera le importo lo que dirían los compañeros. 

-Tenemos dos días para preparar todo- me dice en un susurro Sara, pero aun no he dicho que sí o debería considerar el riesgo, ¿será bueno? 

//EL HIJO DE LA MAFIA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora