00. prólogo

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Mónaco, Mónaco.
Febrero 14, 2023.

Una italiana se encontraba en la esquina de la zona VIP que habían reservado algunos pilotos, sola.

— Que gran manera de pasar el día. — Bufó molesta mientras veía a su novio a lo lejos, sin prestarle mucha atención a la chica.

Rodando los ojos se levantó del sillón, tomando sus pertenencias y saliendo de la sala sin que el piloto de Aston Martin notara su ausencia.

Como pudo se abrió camino entre las multitudes de gente, para poder salir del lugar en que estaban, una vez afuera dejó salir un gran suspiro, acompañado de algunas lágrimas.

Este día solía ser importante para la pareja, solían celebrarlo ellos dos, de forma íntima y especial, por lo cual Isabella estaba frustrada, este año fue la excepción, lo cual la mantenía muy confundida.

Febrero 14, 2022.

— Te ayudaré a bajar, dame un segundo. — Lance bajó primero para poder cargarla y así bajarla del helicóptero que los había llevado a la mejor vista de la ciudad.

— Amor, esto es increíble. — Los ojos de Isabella se llenaron de lágrimas mientras el canadiense la dejaba nuevamente en tierra firme. — Gracias por tanto. — Depositó un tierno beso en los labios de su novio.

— Eso no es todo, hay más sorpresas para ti. — Lance besó la mejilla de la mujer que lo había cautivado hace algunos años. — Te mereces el mundo entero, y yo te lo daré Bella. — La acercó más a él por la cintura.

La pareja estaba en su mejor momento, enamorados, felices, como una luna de miel, lo cual resultaba increíble pues llevaban exactamente dos años, el mismo tiempo que la italiana en la mayor categoría del automovilismo.

Aunque la pareja tiene más años de conocerse, pues como la mayoría en este ambiente, se han relacionado desde una corta edad, con ellos no era la diferencia, por lo cual su relación no era sorprendente, todos en algún momento apostaron que terminarían juntos por la gran química que demostraban tener.

Precisamente un 14 de Febrero del 2020, el canadiense le pidió a la italiana que fuera su novia, por eso es que este día era tan importante para ambos.

actualidad

La nueva chica de Red Bull cansada, no solo de caminar se quitó los tacones y siguió con su camino hacia su departamento con la cabeza agachada y zapatos en mano.

Pobre Isabella, se terminó su cuento de hadas.

Pero como dice el dicho, se cierra una puerta y se abren otras ventanas.

— ¡Maledizione! — Murmuró mientras se sentaba a sobarse el tobillo. — Maledetto giorno. — Se quejó del dolor, físico y emocional que estaba experimentando.

Para la mala suerte de Isabella, la lluvia no se hizo esperar, lo cual la frustró más, dejando escapar un grito al cielo.

Corrió a refugiarse debajo de una marquesina, esperando que la lluvia parara pronto.

Definitivamente no era su día.

Se sentó en el piso, abrazando sus rodillas, esperando por algunos minutos, que se le hicieron eternos.

Getaway Car [Charles Leclerc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora