23 - Emma

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Febrero 2021

El día del partido entre Trinidad y Huracán decidimos juntarnos en el restaurante de los Wang.
Alan me había preguntado si quería ir a ver el partido en la cancha. Pero aquello estaba fuera de discusión. Las tribunas de fútbol me aterraban desde que era niña. Los gritos, los hombres sudorosos que se te pegan, los golpes de vez en cuando. No deseaba volver a ese pandemonium jamás.
―Nos juntaremos con Alba y Paulo va verlo en lo de Jenn ―le dije con una sonrisa―. Te estaremos alentando desde allí.
Claro que no había agregado que, desde la última vez que Alan pisó el restaurante de los Wang, este tenía una fotografía suya autografiada enmarcada en la pared con la leyenda que decía “la estrella de Trinidad comió aquí”. El marketing no era el fuerte de la madre de Jenn, pero les estaba funcionando.
Ese domingo a la tarde, el restaurante estaba casi repleto de jóvenes pidiendo cerveza y aperitivos tradicionales, lo que era una completa singularidad para aquel local familiar.
Había invitado a Alba y Paulo con la excusa de que conocieran a Jenn, pero estaba casi segura de que ellos creían que era hincha de Trinidad. Tampoco se equivocaban.
Paulo resultó ser del equipo contrario, Huracán, por lo que una pequeña rivalidad creció entre él y Jenn, quien apoyaba cien por ciento al equipo de Alan.
Estaba feliz de que mis únicos amigos pudieran llevarse bien. Solo lamentaba que no conocieran a Alan. Al Alan que conocía yo, que le gustan los licuados raros, los perritos y ver series malas de Netflix. Al Alan directo, amable y cariñoso.
Entonces el partido comenzó y Alan salió a la cancha, mis amigas soltaron exclamaciones que hicieron que me pusiera colorada.
―Uhhh, ¿también te gusta, Emma? ―preguntó Alba.
―Oh, Emmita es super fan de Alan Graham ―respondió Jennifer con una sonrisa maliciosa, ganándose un puntapié de mi parte.
En ese momento, mi hermano, que había estado atendiendo una mesa vecina, se dio vuelta y parecía que estaba a punto de decir algo cuando grité:
―¡Señora Wang, Jenn está holgazaneando!
―JENNIFER WANG, PONETE A TRABAJAR AHORA MISMO.
Jenn me miró un poco molesta y se fue refunfuñando sobre que volvería en el entretiempo a vengarse. Sabía que no estaba embarazada verdad molesta.
También sabía que había sido mala amiga, pero temía que justo en ese momento, Joaquín dijera algo sobre Alan. Mi hermano era malísimo para guardar secretos.
Aunque deseaba que mis amigos pudieran conocer a Alan, también deseaba conservarlo como un secreto especial.
Esperaba que el partido siguiera sin ninguna otra sorpresa.

Alan x Emma (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora