Cómo La Última Vez / CREEK

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Tucker entró con molestia y asco al salón de clases, cubierto en su totalidad del bullicio de todos los que antes fueron niños, algunos se seguían comportando como tal y otros solo charlaban con más naturalidad del asunto.

Desde hacía pocos años, la primaria de South Park pasó a ofrecer también el servicio del bachillerato para sus alumnos en tiempos de escases, y en ese momento las esperanzas del Azabache sobre ir a una universidad fuera de ese pueblo, o, más fantasiosamente, fuera de ese estado para escapar de todos sus recuerdos y vivir como anhelaba hacerlo, simplemente salieron corriendo lejos de su vista.
Apenas poner un pie en el aula, sintió un gran peso en su espalda y unos brazos acomodándose al rededor de su cuello, se tambaleó un poco pero de repente sus ojos se llenaron de brillo una vez más y una modesta aunque reluciente sonrisa adornó sus labios.

- ... ¿Tweak? - preguntó con el corazón a punto de escapar de su pecho-

- ¡Hola, viejo! - Clyde río un poco, le dolían vagamente ese tipo de comentarios, pero sabía lo difícil que había Sido todo para Craig, a pesar de desconocer lo que realmente había pasado-

El peli-negro suspiro una vez más volviendo a su expresión natural de monotonía sobre el ambiente. Con sus manos separó los brazos del contrario y se enderezó con firmeza, degustando con desagrado el sonido de como Clyde caía al suelo después de esto.
Rodó vagamente sus ojos y se volteó para ver a un moreno ayudando a Clyde a ponerse de pie, lo saludó moviendo ligeramente su cabeza hacia adelante y fue correspondido con una seña de manos que indicaba lo mismo, esperó un poco a que Clyde se pudiera volver a estabilizar y entró después del resto del grupo, el profesor Garrison estaba a penas sentandose con aburrimiento en su escritorio listo para dictar el horario de ese día, como se acostumbraba en la aburrida rutina de un estudiante promedio. Lo único que no sabía en ese momento era que su rutina no iba a ser tan normal como siempre, con el sonido de la puerta y la voz de Garrison palpitando en sus odios...

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El rubio miró la ventana del tren, inmediatamente todo a su alrededor pareció quedarse en silencio y dejarlo solo con el susurro del aire como su acompañante más íntimo. Los árboles asomaban de entre la nieve con formas empinadas de las que resaltaban solo las aves que de vez en cuando se posaban en alguno para depositar algo en su nido e irse, los animales como ciervos o ardillas parecían ser perros callejeros rondando cerca de las casas con normalidad, había poca gente en las calles a esa hora, a pesar de ser de madrugada a pocos minutos de que se hubiera alzado el sol para dar comienzo al día, en la ciudad era muy normal ver calles atiborradas de personas que caminaban y empujaban a las otras con el afán de no llegar tarde a su trabajo.

¿No llegar tarde?

Oh... Lo había olvidado por completo: sus padres habían movido y hecho llamadas por doquier para que su hijo no se atrase en el plan de estudios normal de un instituto o colegio, puesto al nuevo servicio de bachiller público que ofrecía la "primaria" de South Park, se decataron por llamar y preguntar para poder ver lo que significaba este plan de aprendizaje algo... Raro. Les dieron las indicaciones sobre lo que debía llevar el muchacho, al ser un colegio público lo único que debería llevar el acudiente serían materiales básicos como lápices y algunos cuadernos para las materias, aunque en el caso de Tweek solo usaba una libreta universitaria de 5 materias ya que lo cosideraba mucho más práctico.

También citaron a los padres y el muchacho un día, para entregar los certificados del curso apropiado conde debería quedar escolarizado y firmar los últimos papeles que declaraban la estancia del joven en el colegio, o mejor dicho, en el bachillerato.
Quedaron en un acuerdo donde, más o menos después del descanso podría asistir a una clase y probar por primera vez en su nuevo colegio. Cuando recordó esto último, sintió como se le revolvia el estómago y sus manos temblaban ligeramente, su expresión fría cambio a una de terror y su corazón se hundió hasta no ser visto, aunque, después de unos segundos se miró en el reflejo de la ventana y... Pudo verlo, ver a ese tembloroso y aterrado Tweek que había jurado enterrar en lo más profundo de la tierra y tirar la pala, de inmediato recordó y práctico unos ejercicios que le había dado su psicólogo hace algunos años, aunque seguían siendo igual de efectivos.