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- hoy tenemos un alumno que nos deja, Mkay, ayudemoslo con una gran despedida, Mkay? -

Casi toda la clase miraba con fastidio y resignación, otros mantenían sus cabezas centradas en el Tic Tac del reloj esperando que este sonara para abandonar el aula. Solo cierto grupo de amigos se levantaron y tomaron el tiempo de ir hacia el frente para regalar unas palabras.
El rubio parado enfrente temblaba con violencia y sus tics eran graves, pasaba sus ojos una y otra vez por cada esquina del salón tratando de aliviar "toda la presión" que sentía, sus ojos eran cristalinos, pero los trataba de ocultar con sus pálidas manos.

- Te extrañareeemos - casi gritaba un lloroso Clyde, pegandose todo lo que podía a Tweek en un gran abrazo-

- Si, amigo, ojalá te vaya bien en New York - aportó Token mientras trataba de separar a Clyde-

- L-l-lo mis-mismo, Cuid-C-C... Cuídate -

El susodicho no dijo nada, miraba a sus amigos con tristeza y abrazaba a Clyde como su no fuera a soltarlo nunca, el grupo probablemente se reuniría por última vez, pero faltaba alguien.

El azabache se encontraba en la misma banca de siempre, está vez solo y completamente roto por dentro, el Patio era silencioso y las aves se posaban en los juegos para buscar sobras de comida, el suelo encharcado y lleno de barro delataba la anterior presencia de una lluvia, los sonidos de las goteras hacían una curiosa melodía entre si. Ahora, este adolorido patio tenía que precenciar lo que mucho jamás pensaron, Craig, que siempre se mantenía rígido ante las situaciones y parecía no tener corazón para sentir muchas veces, lloraba desconsolado, gritándole al viento y el cielo para despertar de su pesadilla.
Si, había pasado por el salón, pero cuando tuvo que ver los ojos llenos de temor de Tweek, esperando a su persona más especial para despedirse, simplemente se quebró y salió corriendo. No podía soportar perderlo, por el tiempo que fuera, era tiempo, lo único que jamás podrían reponer.

Su mente era un completo caos, pero había algo firme en ella

Tenía que terminar con Tweek

No, no podía simplemente despedirse y dejarlo ir, no, no iba a funcionar, no, no, no. Hace mucho lo había pensado, pero está era su única y última oportunidad para hacerlo, su pecho dolía ante tal pensamiento inpuro, al pensar que alguna vez le fastidio la forma de ser de su pareja, al recordar aquel día, aquella escena en el baño que lo hizo darse cuenta cuan grave era el estado de Tweek, pero no podía hacer mucho para aliviarlo, solo le quedaba estar a su lado y consolarlo con palabras repetitivas. No.

Buscó algo en su mochila, y no tardó en encontrar lo que buscaba: una historieta de portada casera cuyo título era "Spaceman Craig y Su Leal Corsel Stripes", río con amargura al verla y las lagrimas volvieron rápidamente, la tomó entre sus manos y con un certero pliegue en la parte de arriba, la rompió. Repitió esto hasta que los pequeños papeles se salían de sus manos, luego las abrió por completo y dejó que el viento ocultara su crímen, había roto la promesa de terminarlo junto a Tweek, si, pero prefería hacerlo de ese modo a esperar que la historieta se siguiera burlando de él.

Alzó su maleta aún abierta y se marchó de colegio, no le importaba nada saltarse las clases, de echo, ese ese momento podría jurar que lo amó con todo su ser.

Sonó el timbre del recreo, había más sol y la humedad se estaba disipando poco a poco, el rubio corrió afuera con una mirada llena de esperanza y brillo, corrió hasta la banca dónde se solían hacer ambos y pronto las dos cualidades antes mencionadas simplemente desaparecieron al encontrarla vacía, se sentó de igual forma, sus padres se habían retrasado y tenía algo de tiempo en el colegio.

Agachó la cabeza con desdén y justo ahí, en un charco danzando por las corrientes del agua, estaban los pedazos de papel que por sus colores y dibujos pudo reconocer de inmediato, sus ojos se volvieron a cristalizar y está vez le ganaron la carrera para empezar a derramar ese amargo líquido que odiaba, las lágrimas.

Pensó un poco y de un momento a otro se puso de pie, a la mirada sorprendida del grupo que se acercaba a él para pasar un rato, salió corriendo como un rayo, salió de la escuela ignorando a todos a su paso, siguió corriendo y corriendo hasta llegar a la casa de Craig, tocó la puerta y está no tardó mucho en abrirse por los ojos verdes que esperaba ver. Lastimosamente el contrario no podía decir lo mismo.
Tweek se iba a lanzar a abrazarlo cuando el brazo de Craig lo detuvo, se corrió de la puerta dejandolo pasar, pero de inmediato le dió la espalda y subió fríamente por las escaleras. Tweek estaba muy confundido pero cerró la puerta a sus espaldas como es debido y lo siguió, ya arriba en el cuarto de Craig este ultimo cerró la puerta cuando vio que Tweek había entrado, quedando de espaldas a la puerta de brazos cruzados.

- ¿Que quieres? - eso fué suficiente para romper a Tweek una vez más y para hacerlo abrirse por primera vez

- Craig... -palabras ignoradas-... Tengo miedo Craig -las lágrimas jamás habían cesado, pero las podía sentir más que nunca ante la fría mirada del azabache- T-Tengo miedo de-... Tengo miedo de empezar de cero... Tengo miedo a que me vean como un bicho raro otra vez... Ten-tengo miedo de no encontrar personas como ustedes... -

- ¿Quieres... Callarte? Dios... ERES un bicho raro, ya estoy arto de escuchar tus quejas todos los días, no puedo tener un maldito segundo tranquilo cuando estoy contigo, ojalá jamás me hubiera acercado a tí cuando llegaste, solo estorbas para el grupo con tus dramas y exageraciones innecesarias -

- p-pero... Tú dijiste que me-... Que me amabas con mis d-defectos, tú...-

- Agh, sé lo que dije, no me lo tienes que repetir como si te estuvieras hablando en un espejo -

...

- perdón, por estorbarte -

Tapó su boca evitando soltar más sollozos que no merecía el contrario, lo empujó de la puerta y salió corriendo de la misma forma que la que entró. Como si hubiera despertado De un trance, Craig se dió cuenta de lo que había hecho, pero también se dió cuenta de que era demasiado tarde para eso.

Volteo a ver a un confundido Stripes y, sin pensarlo dos veces levantó la jaula, no pesaba tanto como aparentaba así que era fácil, Stripes corría de un lado a otro con curiosidad. El azabache caminó a paso rápido fuera de la casa y buscó con la mirada a Tweek, intentó escuchar algún grito o algo que lo delatara, pero finalmente echó las cosas a la suerte y caminó sin un rumbo fijo esperando algo.
Llevaba un rato caminando cuando empezó a escuchar sollozos, al ser su única opción tomó esa ruta y no tardó en encontrar al rubio abrazando sus piernas y escondiendo su cara, pudo ver el daño que le había hecho y tenía miedo de que pasará otra vez, por primera primera vez sentía miedo de lo que sus palabras podían causar.

Dejó la jaula de Stripes enfrente de Tweek y con el peso en su pecho, se marchó una vez más, sabiendo que esa podría ser la última vez que viera al rubio.




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Hi dear, perdón por no actualizar ayer, tuve unos problemishas personales pero ya volvíi
Si habia personas esperando está parte, agradezcanle a este precioso usuario ↓✨

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Gracias por tu apoyo y por recordarme que tenía que subir esto qwq♡
Sin más, hasta el próximo martes, o si puedo el fin de semana <3

Cómo La Última Vez / CREEKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora