Soy dependiente de ustedes (Pokefilia)

Se parece tanto a mi

Luego de salir de la casa de aquella Lurantis, con un sentimiento gran de alegría, decidí pasar por un puente el cual tiene una pésima reputación en este pueblo, ya que el fondo era un profundo y peligroso lago, mientras pasaba vi a lo lejos a una persona, que estaba mirando con mucha atención el lago que estaba abajo del, para que en menos de un momento, se subiera a la pequeña valla del puente y se viera como aquella persona tiene sus pies al borde del abismo.

No perdí el tiempo y me acerque rápidamente a aquella persona, que para mi sorpresa, era una Cinderace, la cual al verme, reflejaba un rostro de cansancio y dolor. Luego de unos segundos mirándonos fijamente me pregunto.

-¿Que es lo que quieres?- Pregunto aquella Cinderace con un tono de frustración

-Ah, aquí la verdadera pregunta es, ¿Qué es lo que tratas de hacer?- Dije con un tono de preocupación e interés

-Eso no te importa, solo vete- Contesto la Cinderace con la mirada baja

-Si me importa, no te conozco, pero, se que suicidarte no es la respuesta a tus problemas- Dije con un tono comprensivo

-¿Como sabes que me quiero suicidar? - pregunto la Cinderace con un tono algo sorprendido

-Porque ya he visto que varias personas vienen a este puente a matarse- Conteste algo triste

-Eso es un dato algo interesante, pero, ¿Cómo sabes que esta no es la solución a mis problemas?- Pregunto la Cinderace con un tono de intriga

-Porque, siempre hay alguien que te apoya, que te valora y que te ama, siempre tendrás apoyo- Dije para luego tenderle una mano de ayuda y aprecio a aquella Cinderace

-Nadie nace en este mundo, completamente solo- Agregue para luego bajarla de la valla, y recibir un cálido abrazo por su parte, mientras ella, se ahogaba en sus lagrimas, podía oír, como me rogaba que la ayudara.

Luego de ese momento, la saque rápidamente del puente, y la lleve a un parque cercano, para sentarnos al pie de un árbol, y empezarle a preguntar algunas cosas.

-ahora cuéntame, que te hizo llegar al punto, de estar al borde morir- Pregunte con un tono de preocupación e interés

-Es que, he estado sola en mi vida, la gente se burla de mi, y no me aguanto a mi misma, muchas veces he querido cambiar, pero no soy capaz, he tratado de hacer amigos pero no me sale bien, y cuando conozco a alguien, me doy cuenta que le hago daño y prefiero alejarme de esa persona antes de que se aleje de mi- Respondió aquella Cinderace mientras trataba de secarse las lagrimas

-Te entiendo, te entiendo muy bien, te entiendo tanto que duele- Dije, para luego tomar aire y soltarla rápidamente

-Si me entiendes, ¿Por qué me detuviste cuando estaba en el puente?-Pregunto mientras veía como sus ojos tenían algunas lagrimas

-Porque, aunque la vida no me trate bien, morir no resolverá las cosas, y solo traerá dolor y odio, a las pocas personas que me quieren, por eso te detuve, para que entiendas que, aunque las cosas sean feas, siempre va existir una luz al final del túnel- Dije mientras recordaba poco a poco, a la única persona que considere un verdadero amigo.

-Pero, ¿Qué hago si estoy sola?- Pregunto la Cinderace con una voz quebradiza y con algunas lagrimas saliendo de sus ojos.

-Por eso no te preocupes, tarde o temprano encontraras amigos, que estarán dispuestos a dar su vida por ti, solo tienes que buscar, y un pequeño consejo, no trates de caerle bien a todo el mundo, si alguien te quiere, es por quien eres, no por quien aparentas ser- Dije con una sonrisa mientras veía como aquella Cinderace rompía en llanto