7. Can't Take My Eyes Off You

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—Son bonitos.

—Así es.

—¿Cómo conseguiste que sucediera?

—No quieres saber.

—Solo espero que no hayas tenido que meterte en problemas.

—Yo no, al menos. Eso es todo lo que diré.

Chifuyu se ríe, todavía apoyado en su costado, y sus manos se agitan ligeramente. Keisuke sigue sin soltarlo.

Siempre ha sido consciente de que las manos de Chifuyu son más pequeñas que las suyas. Pero ahora mismo era sentir la calidez de una de esas manos contra la suya y no poder creérselo. Han chocado puños infinitas veces, más de las que puede recordar, pero claro que tener los dedos del chico que le quita el sueño entrelazados con los suyos es otra cosa muy distinta.

Es aprovechar que Chifuyu mira el cielo decorado de luces y la cercanía entre ambos para atreverse a acariciarle el dorso de la mano con el pulgar. Si el otro chico lo nota no dice nada al respecto, así que Keisuke continúa haciendo eso, además de pegársele más. Pero hasta ahí. De repente piensa que sería muy romántico (al menos en lo que gustos pensados para Chifuyu se refiere) y muy fácil moverlo de la posición que está, prácticamente soldado a su costado de manera perfecta; a una donde pueda tenerlo de frente y agarrarle el mentón y comenzar a besarlo otra vez.

La idea le parece tan sencilla que se decide por ejecutarla. Sin preguntas ni aviso alguno decide separarse de Chifuyu solo para colocarlo en una posición conveniente, agacharse y unir sus bocas.

No recibe resistencia de ningún tipo.

Chifuyu se deja hacer, que es lo mejor. A pesar del ligero nerviosismo nacido de la inexperiencia que puede captar al tenerlo nuevamente entre sus brazos, se nota como está ansioso por besarlo también.

Quería que sea un beso suave, porque el escenario visto por fuera es casi ideal: ambos besándose bajo los fuegos artificiales, algo esplendido y bien pensado, claro que sí. Sin embargo, las ansias le pueden más. El empujarlo, con cuidado, contra el muro de ladrillos que tienen detrás es un impulso que llega de repente, y no puede evitarlo sinceramente. Es tenerlo contra la pared y sujetarle los brazos por los costados, descendiendo hasta casi tocarle las manos y volver a subir el agarre otra vez hasta los hombros, acariciándolo.

Le suelta las extremidades cuando Chifuyu, en medio de la ensoñación infundida por el beso, parece querer tocarlo también, entonces las manos de Keisuke viajan hasta su rostro, en un primer momento, antes de instalarse en su nuca. Supone que el tacto de sus dedos en ese punto donde el cabello apenas está volviendo a crecer le causa cosquillas, pero no parece que vayan a separarse pronto, no cuando Chifuyu vuelve a pasarle las manos por la espalda y una llega hasta su cabello.

Vuelve a preguntarse si no será demasiado pronto aventurarse a hacer algo más, solo un poquito más, cuando ya los fuegos artificiales dejan de iluminar el cielo y cuando todo a su alrededor se vuelve silencio salvo el ligero murmullo de sus labios deslizándose unos sobre otros. El apenas perceptible jadeo que emiten sus bocas cuando se separan por un segundo, ya sea para tomar aire o porque Keisuke quiere besarle la comisura de la boca en un costado o ese espacio entre el labio superior y la nariz.

No es que se esté aburriendo de sus labios, cosa que cree no sucederá nunca, pero necesita más. Es lo que piensa mientras una mano vuelve a situarse alrededor de su cintura y la otra le sostiene firmemente la nuca y la base del cuello mientras todo su cuerpo empuja más a Chifuyu contra la pared.

Sabe que puede haber más, que seguramente habrá más. Pero no en ese lugar, al menos.

Lo único que se atreve a hacer ahora es mordisquearle ligeramente el labio inferior, nada muy fuerte, pero sirve lo suficiente para que Chifuyu suelte un gimoteo contra su boca y a Keisuke se le nubla el pensamiento. La culpa ha sido suya porque subestimar las capacidades inconscientes del chico que está abrazando para encenderle el corazón (y otras cosas). Tendrá que vivir con esa terrible sensación de espera durante un rato más, en lo que se separa finalmente de él y lo deja respirar.

everything, anywhere and always [BajiFuyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora