Musa y artista - Bloody Painter

691 26 33
                                    

- ¡Helen!- gritaba una nena de 8 años llamando la atención de su amigo, alzó sus pequeñas manos y corrió a abrazarlo, Sofia y Helen eran amigos desde preescolar y aunque ahora iban a escuelas diferentes, siempre se veían en la academia de dibujo, ambos eran muy buenos y siempre competían sanamente

- Hoy traje pintura, haré mariquitas y muchas flores - la voz de la niña resonaba, era bastante habladora, a diferencia del pequeño Otis, quien disfrutaba escucharla

- Hoy quiero hacer la a torre Eiffel - dijo el niño sosteniendo su libreta
Ambos entraron, trazando sus respectivos dibujos, aunque tenían estilos muy diferentes eran bastante bellos

- ¡Wow! Cómo siempre ustedes entregan muy buenos trabajos - la maestra veía con atención los dibujos de los niños y los felicitaba - Muy bien, para su proyecto final deberán hacer un retrato pintado de la persona que más quieran, puede ser su mejor amigo, sus padres e incluso sus abuelos o mascotas- finalizó la clase y los niños quedaron en ir por un helado, mientras ellos jugaban sus madres platicaban, eran muy buenas amigas y veían tierna la amistad de los niños

Helen no era un niño muy activo, prefería dibujar a correr, Sofía era habladora, pero tenía problemas para hacer amigos así que eran ellos solitos en su mundo

- Oye, tienes muchas ojeras, ¿no has dormido bien?- cómo toda niña de 8 años no respetaba el espacio personal y toqueteaba la cara del niño, quien solo hacia pucheros

-Es que no tengo sueño, me dejan mucha tarea y solo puedo pintar en la noche- replicaba tratando de quitarsela se encima

- Pero vas a parecer un mapache, ¿Cómo se supone que voy a retratar un mapache?- la pequeña exclamaba muy molesta, hasta que se dió cuenta de lo que dijo, pues los ojos azules del chiquillo se iluminaron y su piel blanca se tornó rojiza - Ay, ¡Tonta! Era una sorpresa - se tapó su carita con sus manos para ocultar su puchero

- ¿De verdad vas a pintarme a mi?- se emocionó, levantándose del suelo con una brillante sonrisa

- Pues claro, eres mi mejor amigo- su tono denotaba obviedad y enfado, se suponía que era una sorpresa

Helen solo se reía de su amiga
- Pensé que pintarías a tu feo gato perezoso - tomaba una cucharada de su helado provocando a la niña

-¡OYE!, No hables así de se Judge- su carita se tornaban roja de enfado, era de risa y enojo fácil

-¿Judge?- la miró curioso por ese nombre tan peculiar

- Ya sabes, por su mirada que juzga, pero en cambio voy a pintar a un mapache azul - le regresó la burla refieriendose a las ojeras anormales del niño

-Jajaja, y yo a un duende berrinchudo - dijo hablando de la estatura de su amiga

-¡HELEN!- grito molesta mientras se paró para abalanzarse sobre el

-AHHHH- comenzó a correr por el área

-YA VERÁS- lo persiguió enojadita
Los niños corrían, por toda el área de juegos, reían hasta el cansancio
Era hora de irse así que se despidieron con un fuerte abrazo

Otis enseguida corrió a su cuarto y saco las fotos que su mamá le tomaba con Sofía, comenzó a dibujarla, el niño quería que el retrato de su amiga, quedará perfecto, después de todo era su única compañía, no era un cuadro de Leonardo Da Vinci, claro está solo era un niño, pero si que podía capturar la alegre, tierna inocencia de la niña en un papel con trazos a lápiz

Ambos trabajaban muy duro, la clase era una vez por semana y faltaba un mes para que fin del curso, el material, los bocetos, sombras y luces, todo debía quedar precioso
Cuando no estaban juntos, los días pasaban muy rápido, solo pensaban en jugar y competir, sin embargo justo el día de la clase ocurrió un suceso inesperado

Creepypasta's One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora