Pulgarcita - Slenderman

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Hace mucho que estoy así, tanto, que no recuerdo muy bien

Yo era humana, una chica común, iba a la escuela, tenía amigos y una buena familia, tenía un novio, era un poco distante, pero realmente me amaba... Que hermoso sea sentirse así, aunque para mi desgracia, todo yace en un vago recuerdo....
Ahora...no soy ni la mitad de lo que solía ser, literalmente.... Mi humanidad se vio reducida a un ser sumamente diminuto, cual pétalo de rosa, de mi espalda brotan pequeñas alitas, bellas, similares a las de una libélula aunque son un mero adorno, apenas y puedo volar con ellas, pues no son capaces de sostener mi propio peso por mucho tiempo, mis orejas son puntiagudas e incluso tengo dientitos afilados, puedo parecer dulce y bastante bella, sin embargo no soy más que un hada artificial, hecha para entretener a mi amo, un hada, hecha apartir de restos humanos...

Tal cual como en un cuento de hadas, mi cama es una cáscara de nuez con una bolita de algodón, por manta un pétalo de rosa, aquella cama la solía mover de lugar a cada rato, ocultandola en los diversos rincones de la oscura cabaña, poniéndola al revés para ocultarme de ese hombre, cerrando mis ojitos creyendo que si yo no lo veía, el tampoco me vería a mi, después de varios intentos fallidos debería saber que no serviría de nada, pero aún así necesitaba aferrarme a algo

Pasó un tiempo hasta que sentí como alguien había descubierto mi pequeño escondite

-¡Aquí estás!- dijo tomándome en sus manos provocando mi grito, aquella voz femenina de la chica de cabello negro y ojos azules, no recordaba su nombre, pero siempre tenía una sudadera blanca

-Pequeña, sabes que el odia que te escondas así, vamos, antes de que se enoje más contigo- dijo aquella mujer mirándome con pena, su voz sea dulce y con sus dedos acariciaba mi pequeña cabeza, pero yo no quería ir con el, me daba miedo, así que comencé a llorar

La mujer suspiró profundamente mientras me tomaba en sus manos y peinaba mi cabello con su dedo
-Oye... Se que el no es.... El mejor en muchos aspectos, da mucho miedo y tú te has llevado la peor parte... Pero, actuando así lo lograrás mejorar tu situación, no podemos escapar, así que lo mejor es tratar de llevarlo con calma y evitar molestarlo - trató de consolarme mientras caminábamos hacia un lugar que yo desconocía, decir que me llevé la peor parte se queda corto.... Mucho a decir verdad

-Animate.... Escuché que te tiene un regalo, por eso te estaba buscando, quizás te guste- ella seguía hablando mientras me cargaba en sus manos y nos dirigimos al bosque, en el trayento sentí más miradas de los demás habitantes de la casa....
La chica de sudadera blanca era la más amable, al menos conmigo, así como el joven castaño de hachas y gogles, ellos siempre trataban de mimarme, aún que eso significara que desobediencieran al amo en muchas ocasiones, el muchacho rubio de pasamontañas siempre me hacía reír y daba buena comida, pero el resto era tan intimidante como nuestro señor, el chico con máscara de gato, el otro que siempre estaba con el chico rubio y la otra mujer de pelo negro y máscara horrible, ellos me veían como un vil juguete del amo y la razón de que el siempre estuviera molesto

Odiaba que me vieran así.... ¿Qué les hacía creer que podían juzgarme?
Detestaban mis lágrimas, mi llanto constante, decían que era mal agradecida... Ellos no veían lo afortunados que eran, ellos aún recordaban sus nombres, tenían sus cuerpos casi intactos, tenían libertad y autonomía... No como yo... El me había hecho su muñeca, jugó tanto con mi mente que no recuerdo mi propio nombre, me arrancó de mi cuerpo y me lo robó todo... Incluso mi propia vida, solo para satisfacer un sentimiento que yo jamás podría complacer....

Después de caminar un tramo, la peli negra me llevó a claro del bosque... Ahí está a el

-Llegan tarde....- exclamó aquella criatura con cierto tono molesto, mientras nos daba la espalda, extendiendo uno se sus tentaculos para que yo fuera depositada en el, la dama así lo hizo, ni bien tocaron mis pies aquella masa viscosa, fui envuelta y arrastrada hacia sus pálidas y frías manos

Creepypasta's One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora