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El sol tembalaba en el firmamento, la luna se antepuso a el y se dejó ver uno de los más bellos eclipses para los incautos humanos que no sabían que eran los reminicentes de la batalla campal que ahora mismo se delataba en el infierno.

Dos ejércitos conformados de demonios y Ángeles caídos, dos líderes enemigos, uno guarda un gran rencor y el otro amor pero uno enfermo y ahora obsoleto.






Tachiban Hinata fue una humana con la capacidad de distinguir las energías agenas a las mortales, energías poderosas que la dejaban temblando y siempre estaban por todos lados, desde niña se sintió intimidada pero hubo alguien quien con su sola presencia silenciaba ese temor y bloqueaba a aquello que temia, se sentía segura. Hanagaki Takemichi fue su única salvación durante años y el único que creyó en sus vagas explicaciones del porqué de su retracción ante el mundo.

Hinata Tachibana haría lo que fuera para ayudar a quien la salvó de todo ese temor y dolor, por eso al enterarse de su estado, lo ayudó como pudo, junto a Draken en los primeros meses de vida de Ian; el pequeño hijo de Takemichi, cuidó de el y le dio el calor de una madre aunque el niño siempre la rechazaba porque ese calor no era el se la suya.

Siete años después se enteró de la verdad que callaba Draken y la chica, ahora su amiga, Emma. La verdad de su mundo y el dolor de Takemichi. Ella pudo sentirlo, horas antes de que lleguen hacia el pequeño ella alertó a Emma de su llegada y ante los ojos de Draken fingió atacar al niño en el momento justo cuando Manjiro llegaron, tomó al infante en brazos y a Draken por detrás de la espalda, presionando con un pedazo filo de metal en la misma herida que tiempo atrás casi lo lleva a la muerte. Emma no pudo hacer nada y Draken mucho menos, Manjiro la miraba expectante a su siguiente movimiento y con toda su fuerza de voluntad levantó el arma sobre el niño y a milímetros de alcanzarlo fue detenido por Emma y Manjiro, Draken le arrebató al niño mientras ella miraba a ambos pelear.

- Lo siento Draken, creeme - fueron las palabras antes de herirlo de verdad pero sin gravedad al ser semi-inmortal

Fue tacleada bruscamente por órdenes de Manjiro mientras gritaba - ¡Ese bastardo debe morir!

Esa noche, el alma de Draken terminó por quebrarse, dejando sólo un pedazo que nadie sabía cuando fuera a regenerarse o si en verdad lo haría, las alas oscuras de Emma fueron cortadas y el pequeño príncipe fue condenado a vivir con su padre.

Hinata fue utilizada luego de la muerte del niño, en otro desesperado intento de concebir otro heredero pero no tuvo éxito. Fue mascarada y torturada, usada una infinidad de veces y aún así siempre mostrando una amable sonrisa ante Manjiro. Lograba engañar al padre de las mentiras debido al insano amor que llegó a sentir durante todo su tiempo capturada, el amor que le profesaba era real pero a la vez una fantasía y al final ella decidió morir para llevar la debilidad de Manjiro ante Takemichi.




Takemichi se encontraba en el frente al igual que Manjiro, viendo a sus tropas pelear y desempeñarse sin mostrar un ápice de piedad, manteniendo sus ojos en Manjiro y luego sonriendo sin ser visto cuando recibió una confirmación de Izana y el traidor en el que se convirtió Sanzu al trabajar para él aún estando con Manjiro. El punto estaba asegurado y para cuando la batalla de ambos líderes se daba y estaba en su mejor tiempo, ese punto del infierno que con la ayuda de Izana, la guía de Sanzu y su propio poder, fue destruida y así debilitaton a Manjiro y fue un golpe el que dio fin a su miserable existencia, pronunciando una frase que sonó tan asquerosa ante Takemichi.

- Te amo

Al ver a su líder caido, el ejército contrario se inclinó ante el y el propio festejó, los altos mandos contrarios tuvieron la osadía de intentar atacar pero fueron detenidos por Emma quien al abrir un portal trajo Sanzu y el los acabó de un sólo golpe.

- Su majestad, el emperador de la oscuridad y dueño de la existencia.

Se coreaban respetos para el nuevo y absoluto monarca del infierno, aquel ser, hijo de un humano y una Diosa, la nueva generación, la más poderosa y cruel, el catalogado monstruo desde que demostró su poder en cada rincón del infierno, volviendolo su total y completo dominio, manejandolo como si fuera otra de sus extremidades.





Eternidades y Eones pasaron, los humanos evolucionaron y Dios no se atrevía a contradecir a alguien más fuerte que el, aquel que era servido por millones, ahora era un simple siervo, estaba pagando todo el mal que hizo en nombre de su retorcida versión de amor.

Las almas que esperan están próximas a despertar y la familia que perdió estaría junta de nuevo.








Fin








Muchas gracias por darle una oportunidad a esta historia, no soy tan buena escribiendo y sin duda no soy la más creativa pero quería complacerme el capricho de escribir está historia.

¡Muchas gracias!


Bye, bye.

BAILANDO CON EL DIABLO [Mitake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora