Capítulo 3

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A la mañana siguiente a Ziteng le brillaban los ojitos al ver a un lindo chico de facciones muy hermosas y risueñas, su mirada tierna y su sonrisa gentil, el chico tenía como unos diez años de edad, era el hijo de los Liu, Hai Kuan.

Ziteng volvió acariciar su vientre por inercia llamando así la atención del pequeño Hai Kuan, pero no dijo nada, solo le sonrió, Ziteng soñaba con que este chico y su hijo aún en su vientre, pudieran ser amigos con el tiempo.

Esperaba que en este país sus vidas fueran diferentes, esperaba que no los despreciaran por ser una pareja gay.

Con el tiempo ellos dos se casaron, teniendo a los Liu cómo los principales testigos y así mismo también a los señores Xiao, con quiénes se volvieron grandes amigos también.

Se conocieron por medio de los Liu, fue así como ellos se enteraron de la venta de una casita cerca de ellos, se volvieron vecinos las tres familias, eran muy unidas, al igual que los hijos de estas dos.

Ziteng comenzó a trabajar con Jin Tong, en su floristería y Ruohan con ayuda de Liu Feng, encontró trabajo en una empresa de arquitectura, ya que este era diseñador de interiores.

El doncel siempre se vestía con ropa floja, aún sentía que no tenía la confianza suficiente con los Xiao para decirle su secreto, esto se debía ah qué el podía notar como la hija mayor de estos le hacía malos gestos y lo via con asco.

Pero un día sin querer Jin Tong, choco con el y este se quejo agarrando su vientre y respirando profundo.

Mil disculpas Ziteng, en serio no te Vi – le ayudo a tomar asiento y le llevo un vaso de agua.

A ella se le hizo raro pero la manera que esté respiraba le recordaba cuando en una ocasión ella lastimo su vientre cuando estaba embarazada de su adorado príncipe.

No te preocupes Jin Tong, yo también tuve la culpa – sonrió pero su mirada era de preocupación, sabía que ella se había dado cuenta.

Ziteng puedes confiar en mí por favor – susurro ella – estás embarazado verdad, cuando choque contigo sin querer – suspiro profundo, tenía miedo que el también se enojara con ella por inmiscuirse dónde no debía.

Debo ir Jin Tong – dijo rápido, no quería escuchar alguna palabra hiriente, sabía que no podría tolerarlo.

Quizo levantarse rápido, pero ella lo tomo de los brazos y le ayudo a sentarse de nuevo.

No tengas miedo Ziteng, no se que es lo que hayas pasado en tiempo atrás, pero dime lo estás verdad, pude sentir tu vientre abultado – le dio una sonrisa y mirada sincera brindándole confianza.

Ziteng mordió su labio inferior de lo nervioso que se sentía, abrió sus ojos en sorpresa al escuchar lo que la señora Xiao decía y sus lágrimas no se hicieron esperar y parecían torrentes al caer.

Su bebé sentía lo que el estaba pasando porque empezó a sentirse inquieto y pateando de un lado a otro.

Aaaah – se quejo algo del dolor al sentir la pataditas de su bebé – mi amor tranquilo – susurraba Ziteng acariciando su vientre abultadito.

Que te pasa Ziteng tranquilo le puede hacer mal a tu bebé – decía preocupada Jin Tong.

Ambos no sé percataron que un príncipe de cabello azabache había escuchado su conversación, con sus ojitos chocolate brillante se acercó a ellos.

Baobei – susurro suave y dulcemente el niño de ocho años, sonriendo con alegría – tranquilo baobei no molestes a mami – se arrodillo y con una mirada cuestiono a Ziteng.

Este al sentir más tranquilo a su bebé, le dio un asentimiento con su cabeza y sonrió también, al parecer esa dulce vocecita había calmado a su inquieto bebecito.

El niño azabache tocó el vientre abultadito del tío Ziteng, como le decían de cariño con Hai Kuan.

Duerme tranquilo baobei que tú conejito te estará cuidando junto a tu mami, espero pronto poder verte baobao – se acercó a darle un besito al vientre, sonrió al sentir como ese lado dieron un golpecito.

Ziteng acaricio los cabellos azabaches del dulce niño – gracias A-Zhan, por calmar a mi bebé, pero puede ser esto un secreto para los tres por favor – susurro en súplica, también observando a Jin Tong.

Claro que sí tío Ziteng, pero con una condición – ambos adultos pudieron observar el brillo en la mirada del niño.

Cuál es mi amor – cuestiono la señora Xiao.

Que el tío Ziteng me permita cuidar de mi baobei con el mami – respondió con alegría aún acariciando el vientre de Ziteng.

Por Dios Zhanie, es el bebe de Ziteng mi niño – respondió sorprendida ella.

Pero mami, el me aceptó como su conejito desde que le hable, ahora es mi baobei también – la observo con ojitos de cachorro – verdad tío Ziteng, puedo ayudarte a cuidar a mi baobei.

Los señores Xiao y la princesa Lulú, siempre decían que Zhan parecía un conejito por sus dos dientecitos frontales, siempre se enfurruñaba que no le gustaba que le dijeran así.

Pero aquí estaba hoy su amado hijo frente a su amigo y empleado, autoproclamándose como conejito al bebé en el vientre de este, aún no salía de su asombro.

Se sentía emocionada, había escuchado de esas personas en una ocasión, siempre quizo ser parte de un embarazo masculino para saber si había alguna diferencia entre el embarazo de una mujer.

Su deseo se le estaba cumpliendo quería ser parte de esta felicidad de Ziteng y su esposo.

Claro que sí mi niño, al parecer también le caíste bien a mi bebé – respondió emocionado Ziteng.

Nuestro tío Ziteng, nuestro baobei – decía felizmente el azabache.

Desde esa ocasión Xiao zhan se volvió más apegado a Ziteng, al igual que Hai Kuan ya lo era, ambos se unieron para cuidarlo y también a su bebé.

En ocasiones ambos se peleaban por querer llamar la atención del bebé dentro del vientre de Ziteng, este con su esposo sonreían de felicidad al ver que su adorado bebé seria muy bien amado y cuidado por estos dos niños.

Jing Tong pidió permiso a Ziteng para comentarle a Fengmian, este al enterarse los felicito, los apoyaron en todo momento.

Lo que sorprendió a las tres familias fue el apego de esos dos niños con Ziteng, pero aún más el niño azabache que no permitía que alguien más que no fueran los Liu y los Xiao se acercarán oh quisieran acariciar el vientre de su tío.

Era un niño muy posesivo y sobreprotector con el, había echo un pacto con Hai Kuan, de cuidarlo bien cuando uno de ellos no estuviera cerca de Ziteng, no tenía permitido que alguien más se acercará a su baobei había dicho el niño azabache.

Mucha gente, como algunos clientes de confianza, se enteraron del embarazo de Ziteng, siempre le llegaban presentes para su bebé y el con mucha alegría y agradecimiento los aceptaba.

Cuando Ziteng dio a luz, todos dieron el grito al cielo al ver semejante belleza tan etérea del angel que había nacido en la tierra.

Un hermoso bebé de cabello castaño, mejillas regordetas y unos labios afelpados color durazno que contrarrestaba con el color blanco como el jade de su sedosa piel.

Rasgos que desde pequeño lo hacían vez muy delicado y frágil como una muñequita de cristal.

El hermoso niño había nacido con una condición al igual que su mami Ziteng, el era un hermoso doncelito también.

El médico se los dijo solo a ellos que eran sus padres y ellos guardarían ese secreto hasta que si hijo fuera mayor de edad, no querían que el sufriera cómo Ziteng.

Aún más Ziteng, con el miedo que la hija de sus amigos no se diera cuenta, pudo notar como ella fingía ante sus padres y a solas le daba gestos de repulsión.

El no quería que su hermoso y etéreo hijo a quien llamaron con un dulce nombre, Wang Yibo, un niño amado por todos, por adultos y chicos, pero el no quería recibiera desplantes de esa niña.

Se lo había comentado a su esposo quien en varias ocasiones lo había notado también, pero no querían tener problemas con los Xiao ni los Liu, porque sabían cómo eran estos de unidos a ellos también.

El príncipe azabache aún de ocho añitos, llamado Xiao Zhan, se terminó de enamorar por completo de ese hermoso angelito se veía aún más etéreo cuando abrió sus ojitos por primera vez, sorprendiendo a todos.

Había heredado los ojos dorados como el sol de Ziteng, esos ojitos no se apartaban por nada del mundo del rostro del azabache, hasta que escucho la dulce voz de su mami llamandolo con mucho amor.

Salvando A Mi Familia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora