6 | Pequeños disturbios

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Tanjiro

—La biblioteca no está muy lejos de la casa Ubuyashiki —aclaró Tanjiro vistiendo su haori*.

*Haori es una chaqueta tradicional japonesa.

No sería un viaje largo ni nada por el estilo, pero constaría de una visita larga a la casa Ubayashiki para poder reunirse con su heredero que se encontraba postrado en cama y pedir acceso a la biblioteca privada en busca de información de alguna clase de demonio que coma demonios, por lo que debían ir presentables para también presentar sus respetos.

—No, pero tardaremos días en encontrar algo de valor respecto a este nuevo demonio —contrapuso Zenitsu enfundando su katana. Ya no era tan fundamental usarlas, pero eran parte del uniforme así como presentarlas como respeto al señor Ubayashiki.

O bueno, tal vez si serían necesarias hasta exterminar con ese último demonio.

—Si van sólo ustedes tres será una búsqueda eterna —declaró Kanao mirándolos alistarse al lado de Tomioka y Nezuko, quienes yacían un poco más apartados del trío.

Aquellos tres pilares estaban casi listos para partir su viaje y volver al día siguiente.

Si bien entendía que la casa principal de los Ubayashiki era grande, no constaban con sus almacenes o bibliotecas con los documentos importantes así que tendrían que pasar la noche fuera al menos en este primer viaje en la búsqueda de información.

Zenitsu fue quien reaccionó a las palabras de la pilar.

—Kanao-chan tiene razón, necesitamos más apoyo para leer todos esos pergaminos.

Kanao dio un paso adelante.

—Creo poder ayudar, siempre se necesita apoyo —sonrió con sencillez.

—No —negó Tanjiro. Zenitsu volteó a él extrañado de su negación.

—¿No? —cuestionó las palabras de su esposo.

—Alguien debe cuidar la Finca mariposa.

—Está Aoi-san, ha mejorado su estado de salud en los últimos días, además de tener la presencia de Tomioka-san por unos días más.

—Ese es otro punto, también debes de cuidar a Aoi.

—Pueden hacerlo Naho, Chiyo y Tsuyu, mejoraron sus habilidades médicas.

Tanjiro negó con la cabeza.

—No creo que forzar tu vista de una buena idea para lograr obtener información...

—Kaburamaru me puede ayudar —dijo mientras la serpiente albina salía por el cuello de su ropa y se enrollaba alrededor de su cuello.

—No podrás —aseguró Tanjiro.

—¿Acaso me estás diciendo incapaz de hacer una actividad minúscula como leer, querido? —Si bien su tono de voz era el mismo que siempre, se podía notar una gran diferencia debido a que todas sus palabras eran acompañadas de una gran sonrisa forzada.

Era evidente, Kanao estaba molesta.

Inosuke alzó la cabeza hacia sus dos compañeros pilares quienes estaban tensos aunque no entendía bien por qué, se había distraído.

—Yo no sé leer —dijo él con tanta naturalidad.

Tanjiro quería explicarse con ella, decirle la preocupación que sentía respecto a este nuevo demonio, pero no tuvo oportunidad ya que Kanao salió caminando hasta adentrarse en la finca sin decir una sola palabra.

Todos se quedaron en silencio viendo ahora a Inosuke como si hubiese sido lo más obvio del mundo y ninguno lo hubiera pensado antes.

Tanjiro suspiró intentando pensar en qué sería lo mejor para esa pequeña misión.

—Ya, entonces te tendrás que quedar.

—¡¿Eh?! ¡¿Por qué no voy a ir?!

Zenitsu interrumpió en la conversación.
—No está a discusión, tonto, no sabes leer así que no vas.

Inosuke refutó contra sus compañeros, pero estos se negaron a su salida por lo que no tuvo más opción que alejarse entre gritos y gruñidos.

Y ahora eran sólo dos.

Tanjiro sabía que la situación no podía ir peor de lo que ya estaba así que miró al cielo pidiendo por ayuda. Y la recibió aunque no de la manera en que quería.

Nezuko se acercó.

—Tomioka-san y yo podemos ir con ustedes, en vista de que ahora se quedarán Inosuke-kun y Kanao-chan.

—Tampoco te quiero exponer a ti.

—Lo sé, pero creo que soy lo mejor que tienes por ahora —tomó su mano, tomándolo desprevenido, la miró con una sonrisa amable—, además, estaré con los tres mejores pilares de la historia.

Tanjiro suspiró, no sabía cómo ser un líder que tomara las mejores decisiones, tal vez esta sería su primera vez en la que tendría que hacer por el bien de todos ellos tras conocer la cantidad de muertos en la caza del Rey de los demonios, Muzan.

De cualquier forma, ahora estaban de vuelta un demonio particular, una luna superior probablemente a la cual exterminar.

Tanjiro enfundó su espada y miró a sus compañeros de viaje.

—Bien, vamos.

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⏰ Última actualización: Mar 04 ⏰

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