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-Pasa Haerin, ya te conoces la casa -dijo Danielle.

Haerin fue directa hacia el jardín, pero antes saludó a la familia Kim.

— ¡Hola Haerin! Para ser vecinos hacia mucho que no te veía— dijo su padre riendo.

— Hola señores Kim. Lo mismo digo, pero muchísimas gracias por invitarme.

— Podrías haberle dicho a tus padres que se pasaran por aquí también, ¡estáis todos invitados!

— Creo que mi madre esta haciendo la cena pero igualmente ahora les mando un mensaje— sonrió.—

Fueron segundos cuando Haerin notó una mirada sobre ella y, efectivamente, era su falsa novia Minji. La pelinegra la miraba apoyada en la puerta mientras sonreía. Poco después se acercó a ella.

— Hola, bab... Haerin.

— No te cortes— Haerin rió.

Minji rodó los ojos.

— Delante de mis padres... No quiero que me acribillen a preguntas. ¿Cómo estas?

— Bien, todo bien. Solo han pasado unos días, no creo que haya cambiado mucho...

Minji se acercó un poco más.

— Bueno, pueden pasar muchísimas cosas en unos días.

La tensión era palpable, las dos lo sabían y también sabían que en algún momento acabaría rebosando. La mirada entre ambas chicas cada vez era más intensa.Tal vez. Antes de que ninguna pudiera decir nada, apareció Danielle.

— Bueno Haerin, cuéntanos que tal te van las clases o algo. Quiero saber más de ti— dijo sentandose al lado de ambas chicas, así que Haerin y Minji se sentaron también.

La pelinegra sabía que esto lo hacía para intentar crear un cable entre Haerin y ella, su hermana no tenía ni idea del trato ni de que hablábamos, en cambio Haerin probablemente lo interpretaría de otra manera.

— Pues hago segundo de Física y me va bastante bien, no es por fardar pero soy muy buena— dijo con soberbia haciendo reír a Danielle.

— Me alegra que tengas confianza en ti misma, eso es lo mejor en una persona, ¿verdad que sí hermanita?

Minji miraba a Haerin casi embobada. Era increíble lo enamorada que la tenía.

— Sí, es cierto. Las personas seguras de sí mismas son algo cautivante a los ojos de cualquiera.

Haerin se quedó anonadada con sus palabras, aunque siendo realistas daba igual lo que Minji dijera, a Haerin le parecería increíble. Las vueltas que da la vida, puede ser en un día o puede ser en un mes.

— Y dime Haerin, ¿tienes pareja?

Minji casi se atraganta con aquella pregunta. Danielle a veces podía tener cero pelos en la lengua.

— Eh... Yo... No, no tengo— sonrió a Danielle.

Obviamente iba a decirle eso, qué esperabas Minji, pensó la pelinegra. Probablemente Haerin estaría feliz de que por fin Danielle estuviera interesada en ella más allá de cruzar dos palabras. Al fin y al acabo aquello del otro día fue solo un beso que formaba parte de un estúpido trato.

— Voy a por algo de beber, ¿quieren algo— preguntó Minji.

— Yo una cerveza, ¿y tú— dijo Danielle y miró a Haerin.

— Yo nada, pero gracias— sonrió.

Danielle asintió.

— Bueno, ¿qué te apetece cenar, Haerin? Tienes un banquete para ti sola.

Deal - MinrinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora