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— ¿Tan poco te quieres, Minji?

— Ya vale Hyein. Tenía que intentarlo de alguna manera. Yo solo quiero que pase tiempo conmigo para que vea que soy buena, incluso más que mi hermana. Que puedo ser una buena novia.

— Minji, pero a ella...

— Que sí, que le gusta Danielle, ya. Pero era la única manera de que me hiciera caso.

— ¿Cual es tu plan?— Minji dejó la mochila sobre la cama de su habitación y miró a Hyein, que se acababa de sentar en la silla del escritorio.

— Enamorarla. Enamorarla tanto que se olvide de mi hermana.

— Minji...

— ¡Puede pasar! Yo no pierdo la esperanza. Y si no sucede sé que lo voy a pasar mal, y que probablemente tenga que cumplir el trato porque soy una persona de palabra, pero es mi única oportunidad Hyein.

— Esta bien Minji... Yo lo único que no quiero es que sufras.

— Lo sé, y por eso te quiero— Minji se acercó a Hyein y le dio un beso en la sien.

— Por cierto, ¿tu hermana sabe algo?

— ¿Del trato? No. Si ella se enterara de que he hecho esto no me habría dejado hacerlo.

— Pero ella sabe que te gusta Haerin. Si el trato no saliera... ¿cómo vas a hacer que ella y ...

— No quiero pensar en ello—interrumpió—, prefiero que no suceda. Ya veré que pasa dentro de un mes.

— Tienes mucha confianza en ti misma, ¿eh?— Hyein rió.

— Si no la tengo yo quién la va a tener

Minji sonrió.

Haerin le explicó a Hanni todo lo hablado con Minji, el trato y lo que pensaba.

Estaba a cuadros.

— Menudos ovarios tiene— dijo riendo.

— Pierde el tiempo si cree que mi pensamiento hacia ella va a cambiar.

— Pues podría— dijo Hanni y Haerin la miró—. ¿Qué? La odias sin motivo desde hace meses porque... ¿te tiró tierra encima sin querer? ¿porque te quiso enseñar una orquidea? Haerin por favor, ni siquiera la conoces.

— Porque siempre me estropea todo con Danielle.

— Haerin, el mundo no gira en torno a Danielle.

Haerin rodó los ojos.

— Tengo derecho a odiar a quien quiera.

— Es cierto,— Hanni cerró su locker y siguió andando junto a Haerin— pero Minji es una de las chicas mas guapas que he visto, que encima parece que esta un poquito colada por ti y ni siquiera puedes verlo porque estas pendiente de su hermana. Da que pensar.

— Minji y yo... Escalofríos de pensarlo Hanni.

— Mira que eres terca.

De pronto una pelinegra apareció de la nada haciendo frenar a ambas. Hablando de la reina de Roma. paso.

— Hanni,— dijo en forma de saludo mientras sonreía, la morena le devolvió el saludo con mucho gusto— Haerin— esta última tenia el rostro un poco mas amargo.

— Minji— añadió Haerin con el mismo tonito.

— Toma, por si lo necesitas a la hora de almorzar— le dio una bolsa a Haerin, al parecer llevaba algo dentro—. Ah y esto ábrelo después, en casa -Minji sonrió de la manera mas pura que pudo y salió de ahí.

Deal - MinrinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora