un bel omega?

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Kim Namjoon, se encontraba confundido. No, eso no era lo que sentía, estaba…

¿Emocionado?

¿Hace cuánto que no era halagado?

Él mismo no recordaba a su última pareja, ni tampoco recordaba que alguien fuera de su círculo de amigos o familia —solamente padres y abuelos—, le llamara hermoso. Se sentía bien, autosuficiente como para presumir, ese alfa de la cafetería, aquel de nombre Seokjin, era muy atractivo. Lo veía algunas veces en la cafetería, pero no prestaba la suficiente atención como para recordarlo, no sabía cuándo, ni el porqué, pero ese alfa no le fue indiferente, lo hizo sentir bien. Como un omega masculino, demasiado grande, con facciones marcadas y con músculo, no atraía a las personas como le gustaría, solo tenía interacciones con betas que pensaban que era alfa o beta; no le desagrada. Pero había veces, como todos, que quería sentirse protegido y no lo podíamos culpar era su instinto.

«¿Soy lo suficientemente atractivo para tener un alfa?»

Se preguntaba constantemente, y en sus días de consuelo, comía más de la cuenta, algo que es poco sano para la salud, pero eso lo llevó a conocer a un alfa que lo veía bonito, justo en el momento que lo necesitaba saber. Cuando recordaba que no era demasiado conversador, que sólo sabía leer y que no encajaba en el estereotipo de omega ideal, justo cuando pensaba eso, fue una fortuna conocer a Seokjin.

«Un bondadoso alfa»

Kim Namjoon era ahora quien buscaba al alfa de hombros anchos, lo esperó en la cafetería con esperanza de verlo, pero no llegó ese día, ni al siguiente, no llegó en toda esa semana. Decidió que esperaría, quería verlo, agradecer las amables atenciones que tuvo con él.

—¿No ha llegado? —preguntó el omega detrás del mostrador—.

—No, no ha llegado… ¿Crees que vendrá?

—Lo hará, él viene una vez a la semana en días distintos, me imagino que sus días de descanso varían. Pero siempre pide la misma mesa. —Le informó el hombre castaño, con la esperanza de ayudar a su lindo hijo—.

El acto cometido por Jungkook, pareciese que funcionó, porque el omega uva no decayó de humor y ese día siguió esperando, hasta que el alfa finalmente apareció y fue guiado a una mesa solo para una persona, Namjoon lo observó un rato, notando que buscaba algo, no sabía que era, pero veía como de reojo busca cierto objeto o presencia.

—¿Busca algo? —preguntó Namjoon— puedo ayudar a buscarlo.

Seokjin negó, sonriéndole al omega frente a él.

—Estoy más que bien —contestó amablemente—.

Namjoon sin decir mucho, jaló la silla de una mesa cercana y se sentó en ella, indicando que quería tener más charla con Seokjin.

—¿Podemos hablar? —preguntó en voz baja—.

—Estamos hablando —respondió Seokjin—, podemos continuar así.

—Quería agradecer, usted ha sido muy amable conmigo —declaró el omega, una pizca de vergüenza adornaba su voz—. Gracias, solo eso, muchas gracias.

El pelinegro sonrió, Seokjin se coloreo de las orejas en rojo brillante, le había gustado escuchar esas palabras del omega, oh, vaya, le había gustado el simple hecho de tener al omega tan cerca suyo.

—No agradezcas nada, como dije, lo mereces y sólo dije la verdad ese día, eres muy hermoso.

Oh

¿Eso que sentía Namjoon era calor?

—¿Usted cree que podemos ser amigos? —preguntó el omega, demasiado emocionado para su propio bien—. Ya sabe, es raro seguir llamándolo de "usted", no se ve tan mayor.

—No lo soy… bueno, depende de cómo lo veas tú. ¿Treintaitrés años te parece demasiado?

El chico uva negó moviendo la cabeza, definitivamente no era mucha diferencia de edad, era la edad perfecta.

«Me gusta este alfa»

Forza della cartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora