Capitulo 21

129 28 20
                                    

-¿Por qué nos has traído aquí? -la pregunta de Mikey no tardó en llegar y el modo en que lo hizo fue demasiado cortante y seco. Shinichiro observó a su hermano inexpresivo y tras esperar unos dos segundos ingresó por completo en la habitación. Si es que ese lugar podría llamarse así -. Nunca serás capaz de respetar mis decisiones, ¿Verdad? Jamás me harás caso -escupía cada palabra que escapaba de entre sus labios. Tras Shinichiro, Sanzu ingresó también en el lugar pero quedándose a un lado, con más distancia y en silencio. Takemichi tragó saliva al verle, ese hombre le ponía nervioso. 

-¿De verdad pretendes sacar el tema de tu espacio a pesar de la situación? Habéis estado a punto de morir demasiadas veces, Manjiro.

-No será por nuestra maldita culpa. 

La mirada dura de Shinichiro se suavizó y lentamente se puso sobre la de Takemichi. El chico le miró de vuelta sin la capacidad de decir nada. Shinichiro le imponía demasiado, sería imposible no hacerlo. Y eso el más mayor lo notó, fue por esa razón por la que tuvo que suavizar el modo de mirarle. 

-¿Tú te encuentras bien, Hanagaki? -Takemichi parpadeó con sorpresa repetidas veces. Mikey había gruñido enojado a su lado, evidenciando su desagrado a que su hermano lo ignorase. 

-¿Yo? Ahm... Sí. Sí, gracias. 

-Me alegra que los dos estéis bien. Tenemos muchas cosas de las que hablar. 

-No tenemos que hablar absolutamente nada -Mikey se había acercado un par de pasos pero aún así no llegó a plantarse delante de Shinichiro. Le miraba con la mandíbula apretada y los ojos ardiendo en ira. 

El intercambio de miradas duró demasiado tiempo como para contarlo, o por lo menos se sintió así. Y no mentiría, Shinichiro sentía dolor. Llevaba muchísimo tiempo sin ver a su hermano cara a cara, tantos meses que estaba a punto de hacer un año desde la última vez que lo hizo. ¿Y qué recibía justo cuando volvía a tenerlo en frente? Una mirada cargada de odio y rencor. Algo destructivo incluso para su alma oscura, algo devastador incluso para un asesino como él. 

Sin embargo, tuvo que agradecer los pasos acelerados que se acercaron a la puerta abierta de ese agobiante espacio. Izana irrumpió en ella con la expresión seria y apretada, su mirada buscó por toda la habitación hasta dar con su hermano pequeño a solo unos metros de él. Se acercó y desesperadamente lo tomó de los hombros para hacer un rápido barrido con la vista a su rostro y todo su cuerpo. Mikey se incomodó en un inicio pero pasados unos segundos intentó zafarse de su agarre.

-¿Qué haces? Suéltame. 

-Estás bien -murmuró y muy dentro de sí mismo sintió una satisfacción y una tranquilidad que no llegó a exteriorizar de ninguna forma. Solo entonces, cuando se aseguró de que su hermanito estaba bien, lo soltó y acercándose con paso decidido a Takemichi sacó el arma que escondía en la parte trasera de su pantalón. 

Takemichi sintió un pesado nudo en la garganta y su corazón se detuvo de golpe cuando el cañón de la pistola apuntó directamente hacia su frente. Izana quitó el seguro. Su mirada no mostraba ningún tipo de emoción. 

-¿¡Qué coño haces!? -la adrenalina que trepó por todo su cuerpo le hizo abalanzarse contra su hermano. De un manotazo, Mikey apartó el arma que apuntaba directamente a su novio y se interpuso entre él y su hermano. Su mirada era firme, llena de odio -. Ni se te ocurra. Te mataré.

Izana no volvió a alzar el brazo con la pistola pero la mantuvo en su mano, apretándola fuertemente y sintiendo su brazo picar con la necesidad de volver a elevarlo. 

-Izana, no -Shinichiro se había acercado un poco y observaba a Izana con una mirada desaprobatoria, sin embargo, el aludido no hizo otra cosa que no despegar su mirada de la de su objetivo. Takemichi se había puesto a un lado de Mikey, no quería mostrar vulnerabilidad o miedo a pesar de que dentro de sí mismo estaba temblando, pero se había prometido cuidar de Manjiro y eso lo iba a hacer a pesar de las circunstancias. 

El último baile [Takemichi & Mikey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora