Hija de la muerte.

capitulo 48

Klaus estaba en un bar de mala muerte en Brooklyn el día después de su llamada telefónica con Maya, ya se había alimentado de varios de los clientes, dejándolos para que sus secuaces los limpiaran después de que se fuera. Tenía que descargar su ira en algo, estaba a punto de matar a otro humano cuando Rebekah lo encontró. "¡Ahí tienes!" exclamó, dando un paso alrededor de los cuerpos como si no fueran nada, lo apartó del aterrorizado hombre, "Vete, no recuerdes nada", le obligó, antes de volverse hacia su hermano. "Honestamente Nik, ¿esto está ayudando en algo?"

"Rebekah, no te detengo cuando tienes ganas de comer algo, ¡no espero que me detengas!" gruñó.

"Nik", suspiró Rebekah, "No estás comiendo porque tienes hambre, estás comiendo porque estás deprimido, lo cual, por lo que entiendo, es bastante común en la gente en estos días".

Los ojos de Klaus se entrecerraron, "No seas ridículo, ¿por qué tengo que estar deprimido?"

"¿En realidad?" Rebekah levantó una ceja, "Tal vez tenga que ver con el hecho de que la mujer de la que estás enamorado no quiere tener nada que ver contigo".

—No estoy enamorado de ella —gruñó Klaus.

"¡Oh por favor! Tal vez puedas engañar a Kol, tal vez incluso a Elijah, pero no puedes engañarme a mí. Como has señalado muchas veces, el amor es mi debilidad , Dios la ayude, estás enamorado de esa chica y ella no quiere verte. Eso es más que suficiente para estar deprimido". La mirada de Rebekah se suavizó, viendo el dolor en los ojos de su hermano, "Escúchame, Nik", lo agarró de las manos, obligándolo a mirarla, "Este no es el fin del mundo, por lo que Kol me ha dicho, y por lo que he visto, esa chica está loca por ti. Solo dale algo de tiempo, superará su dolor y encontrará el camino de regreso a ti".

Klaus se detuvo en seco ante eso, su hermanita, tratando de consolarlo, eso no había sucedido desde que eran mortales. "Ella ni siquiera me habla ahora". Dijo, admitiendo su problema.

"Ella lo superará," Rebekah se encogió de hombros.

"¿Cómo puedes estar seguro de eso?"

"Nik, mataste a mis amantes, me apuñalaste, asesinaste a nuestra madre y luego mentiste al respecto. Incluso una de estas cosas debería significar que te odio. Pero no lo hago, puede que haya estado enojado y herido, pero siempre te he amado. Tu bruja es fuerte, lo he visto por mí mismo. Ella te perdonará, solo ten paciencia".

Klaus soltó una carcajada: "Ambos sabemos que no soy muy versado en paciencia, hermanita".

"Bueno, entonces, tal vez deberíamos encontrarte una distracción", sonrió Rebekah, levantando una mano para evitar que hablara, "Una que no esté asesinando a los lugareños".

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Kol estaba jugando con su teléfono en su habitación, cuando llamaron a la puerta, deteniendo su juego, Kol abrió la puerta y se encontró cara a cara con su hermano, Elijah. "Elías, ¿qué quieres?" preguntó.

Elijah luchó contra la urgencia de hacer una mueca ante el tono helado de Kol, nunca antes el hecho de que Kol usara su nombre de pila completo le había causado incomodidad. "Necesitamos hablar." Él dijo.

Kol abrió más la puerta y Elijah entró, "¿Qué?"

"Kol, esto se está volviendo absurdo, entiendo por qué Niklaus está molesto conmigo, pero no tienes motivos para estar enojado conmigo, al menos ninguno que haga que tu enojo dure tanto". Kol se burló de eso, sacudiendo la cabeza, "¡Dime qué está pasando!"

"¡Vamos, Elías! ¡No te sorprendas tanto de que no soy tu mayor fan, no soy Nik!".

"Kol, no puedo imaginarme haciendo algo para causar tanta ira, ¿es esto porque ayudé a Niklaus a apuñalarte en 1914?" Elijah preguntó, genuinamente desconcertado por la ira de su hermano, Kol siempre había sido temperamental, pero después de su furia inicial con su familia, su hermano menor dejaría que la traición se le quitara de encima y se reuniría con sus hermanos.