Dos espinas, Una rosa blanca.

3. Reencuentro.

"somos dos almas que se encuentran cada vez que se pierden"

Nos hemos separado un par de veces. Al punto de no volver a saber del otro. Aveces agradezco a la fuerza o a mi subconsciente por haberte extendido mi mano aquel día.

Aveces me encuentro a mi misma luego de darte las buenas noches, abrazando a pardo con mi vida dependiera de eso y viendo al techo pensando en tí.

Pensando en como me haces reír.

Pensando en tu sonrisa.

Pensando en lo lindo que te ves cuando haces pucheros.

Pensando en como te brillan los ojos cuando me ves.

O cuando solo nos miramos sin decir nada. Porque no hacen falta palabras para entendernos.

Ojalá antes me fuese dado cuenta de lo que sentía por tí.

Pero para ser completamente y enteramente honesta, no me arrepiento de absolutamente nada.

Y si eres un pecado, amor.

Juro que me lanzaría de pecho ante la tentación.

Amo lo que eres. Y amo lo que provocas en mí.