3. Yo conozco esos ojos...

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Leight se despertó confundida, miró su ropa manchada de salsa y la escoba en la mano sin recordar nada de lo que había pasado. Sus somnolientos ojos miraron el reloj y a Ly casi le dió un paro cardiaco, 10:37. Y tenía a primera con el charizar. Escuchó voces que salian de la habitación de al lado y entró. "Estoy muerta" fue su primer pensamiento. Su madre charlaba amigablemente con Alice y los mellizos desayunaban civilizadamente.

-¿Qué tal estás cariño?- le preguntó su madre.

-Bie...en.

"Definitivamente estoy muerta, voy a empezar a ver a Agustus, Tris, Finick, Prim... y ¡dioses de olimpo ese tarro de nutella está llamándome!"

-Me alegro de que sea así.

"¡¿Quien eres tu y que has hecho con Beth Scott? Eso sonó muy Ron" Ly le puso la mano en la frente a su madre que la miró como si estuviera loca y le dijo:

-Hija cada día estas peor, el aspecto de Anabeth pero el cerebro de Percy.

"Esa es mi madre sarcasticamente malvada"

-Y ahora sube a tu habitación y date un buen baño que apestas a pizza estropeada.

"Esta trama algo, Beth Jane Scott siendo amable, Ja y Snow es una hermanita de la caridad que junto con la buena de Jeanine y el majo de Valentine ayuda a los pobres huerfanitos". Pero Leight subió a ducharse igualmente pues era cierto que apestaba.

(...)

Tras quitarse toda la suciedad su mente se aclaró y pudo pensar con claridad recordó algo muy importante "Instituto". Se vistió a toda velocidad y ni se recogió el pelo, solo podia pensar en lo proxima que veía su muerte. Cuando ya iba a salir de casa su madre la abordó:

-¿A donde crees que vas con esas pintas?

-Al instituto.

Para su sorpresa su madre se echó a reir.

-Hoy no hay instituto, es festivo.

Leight abrió los ojos como platos y miró a Beth sorprendida, la pelirroja se volvió a reir:

-Y ahora sube arriba y arreglata un poco hoy te vas de compras.

"Tiene que estar de broma" Pero no así para la desgracia de Leight. La joven subió a su habitación e hizo caso a su madre. Se puso un pantalón más ajustado de los que solía llevar(que le había regalado Alice por su último cumpleaños a pesar de las protestas de Leight), con una camiseta que dejaba ver parte de su espalda, la cazadora negra de cuero y las vans negras.
Después planchó su larga melena negra y se maquillo discretamente. Al mirarse al espejo no se reconoció y tuvo que esperar unos segundos para hacerse a la idea de su nueva imagen, parecía mayor. Su madre se ofreció a llevarla y como no tenía ganas de caminar aceptó. Por el camino le preguntó por Ali pero su madre le dijo secamemte que estaba descansando y Ly no le replicó. Al llegar al centro la joven bajó del coche y se despidió de su madre. Su día de compras acababa de empezar. Tras entrar en prácticamente todas las tiendas de la ciudad solo había comprado una simple camiseta y decidió ir a tomar un café para descansar, cogió un atajo.

Leight siempre iba por allí para despejarse un poco de la desenfrenada ciudad y los abundantes humos de las fábricas. Desde niña conocía aquel lugar y creía que nadie más lo hacía. De repente, notó como un aire frío la envolvía y un chico se materializó ante sus ojos. Parecía algo perdido por la manera de mirar a su alrededor. Y Leight aprovechó para observarlo mejor, tenía el pelo rubio y una complexión física impresionante. Entonces el joven se percató de su presencia y la miró fijamente. Sus ojos eran verdes con machas doradas y a Ly le causaron una extraña sensación de familiaridad, sus rasgos eran terriblemente atractivos y su sonrisa asesina. Primero su mirada la recorrió, analizandola, pero después sacó algo del bolsillo de su cazadora. Ly vió que era un cuchillo y sus piernas echaron a correr escapando de aquel lugar. Para su sorpresa el chico la persiguió y enseguida notó que era más rápido que ella. Solo una cosa podía funcionar."Nutella en oferta". Al instante notó como velocidad aumentaba e iba dejando atras al chico. Al salir del atajo miró hacia atrás temerosasa de lo que podía encontrarse, pero no había nadie.

Entonces recordó los ojos que le había resultado conocidos y su mente le hizo darse cuenta de donde los había visto antes. Ella conocía esos ojos desde niña eran los mismos que tenía su madre, los que habían heredado sus hermanos. Eran los ojos de su familia. Una sensación de miedo la recorrió de arriba a abajo y una mente entró en la suya. "Volveré a buscarte, no lo dudes, y la próxima vez no tendrás tanta suerte. Por cierto, esa ropa te favorece".

The jump (#Wattys 2015)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora