Esta es la continuación de la historia de JeffBarcode
Una carta y un inesperado incendio, cambiarán la vida de Barcode Tannasit, un tímido chico enamorado en secreto de Jeff Satur, el chico más guapo, popular e inteligente del instituto.
Adaptación...
Cada día de los que vinieron después, Barcode tuvo que soportar las miradas acusadoras de Jeff y las mofas de sus amigos, sobre todo en los descansos y cuando Nodt u otros chicos se le acercaban.
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El moreno no estaba acostumbrado a recibir tanta atención de otros y a veces se sentía muy abrumado, aunque también poderoso pues en el fondo disfrutaba haciendo sufrir al mayor y que viera al menos un poco de lo que él había pasado.
El resto del tiempo estaba en el aula de su Facultad con sus compañeros de lo más feliz pues en nada se parecían a los que había tenido en el instituto.
Además a cada paso que daba, estaba más contento de haber elegido la carrera de Trabajo social y se sentía más fuerte y seguro para afrontar cualquier miedo, empezando por los suyos propios.
Un mes después
Barcode salió de su casa como cada mañana hacia la Universidad, entonces reparó en que había un coche aparcado unos metros más adelante y cuando iba a pasarlo, de repente la puerta se abrió y vio salir al mayor.
...-¿Cómo has sabido dónde vivo?-preguntó este molesto.
-Sé que esta es tu casa desde siempre, un día tu padre me dijo la calle y el número cuando vivías en mi casa -dijo sonriendo- Además a mi madre ayer se le escapó que ya os habíais mudado.
El moreno asintió y entonces se giró para seguir caminando pero entonces Jeff apuró el paso tras él y lo detuvo por el brazo.
-Su-Suéltame, no quiero que me toques.
Este sacó la mano.
-Está bien pero no te vayas, por favor, quiero hablarte. En la Universidad apenas te veo y cuando lo hago siempre estás rodeado de imbéciles o me huyes.
-Está bien, habla rápido o me harás llegar tarde-Dijo el moreno no muy conforme.
El mayor señaló su coche.
-Sube y hablaremos de camino.
Barcode lo miró desconfiado, ya que la amabilidad de este no le daba buena espina, aunque no podía negar que ahorrarse por una vez la caminata, no sonaba mal.
-Está bien-cedió finalmente, haciendo sonreír al mayor, el cual rápidamente corrió a abrirle la puerta del copiloto.
Tras subirse al automóvil, los dos chicos se miraron, entonces el moreno carraspeó y Jeff reanudó la marcha.
-Bien, ¿de qué quieres hablar?- preguntó este impaciente.
-Prefiero ir a un lugar donde pueda detener el coche y dedicarte toda mi atención-respondió misterioso el mayor
El moreno empezó a moverse nervioso pues tenía la impresión de que subirse al coche no había sido una buena idea después de todo.
Unos minutos después, Jeff rebasó la universidad sin detener el vehículo.
-¿A d-dónde demonios v-vamos?, ¿Por qué no has pa-parado?-preguntó Barcode muy nervioso.
-Tranquilo Boo, pronto llegaremos.
Este lo miró extrañado pues recordaba lo mucho que Jeff odiaba ese apodo y ahora él lo había usado.
-¿Y ahora me has dicho, Boo?, ¿Acaso te estás vuelto loco?
El mayor rió.
-No nada de eso, supongo que ya no me molesta como antes. Mi madre lo dice cada vez que habla de ti.
El moreno sonrió recordando a Anne pues ella había sido muy cariñosa y amable con él, en todo el tiempo que había vivido en su casa.
Finalmente el mayor paró el coche en una pequeña colina, un lugar solidario y a las afueras de la ciudad.
-¿Me has traído aquí para matarme y que los animales salvajes se coman mi cuerpo?- preguntó el moreno mirando a su alrededor.
Jeff sonrió negando.
-¿Acaso no recuerdas este lugar?
Barcode negó volviendo a mirar y entonces el mayor abrió la puerta y se bajó.
-Mira-dijo señalando una gran roca-...allí nos paramos a comer y a descansar el día de que hicimos senderismo con mi familia. Luego al descender te caíste y te lastimaste el tobillo, yo te llevé a cuestas.
El moreno salió del coche y mientras se apoyó en el capó, miró asombrado de que el mayor lo llevase a ese lugar y recordase ese día.
-Si, lo recuerdo. Yo estaba muy apenado por causarte dolor de espalda, aún así fue uno de los mejores días a tu lado-dijo con nostalgia.
Jeff se acercó.
-Lo fue para mi también. Tú no lo sabes pero fue a partir de aquel día que yo empecé a amarte. Fue agradable sentir tu alborotado corazón latir en mi espalda y también tu suave aliento en mi cuello.
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-¿A dónde quieres llegar con esto?-preguntó el moreno poniéndose más nervioso por la proximidad de este.
El mayor suspiró y miró el horizonte.
-Es un hermoso lugar y es nuestro. Solo quería mostrartelo y hacerte ver lo importante que eres para mi.
