13- JeffBarcode: Un amor de ensueño - Segunda parte - Terminada

Catorce

Tras romperse el beso que se estaban dando, Barcode recobró la cordura por un momento, lo que fue suficiente para que empujara a Jeff lejos de él.

-Vete, por favor. Esto es absurdo

-Pero Code, ¿Qué ocurre?

-Vete, vuelve con tu esposa, esto no está bien.

El mayor negó.

-Ella está al margen de esto-dijo acercándose de nuevo-esto es entre tú y yo

El moreno chasqueó la lengua incrédulo.

-¿Al margen?, ¿Tú te estás oyendo?...maldita sea, sigues tan imbécil y egoísta como siempre.

-Es una larga historia que algún día te contar....

-Vete, por favor.... vete ya-le interrumpió el trabajador social muy molesto- Yo no quiero esto y tengo mucho trabajo que hacer.

El mayor frunció el ceño y una vez más volvió a acercarse.

-Pero yo quiero estar contigo, yo no te he olvidado, Code.

El soltó un profundo resoplido mientras nuevamente se sentaba en su silla.

-Tú y yo no tendremos nada nunca más-dijo tajante y volviendo a sus papeles- estás casado, tienes un hijo y aunque no fuera así, perdiste tu última oportunidad hace mucho tiempo.

Jeff volvió a negar.

-No te creo...no es cierto. Tú sigues amándome, lo sé. He sentido como tiemblas, como tú corazón late rápidamente cuando me acerco. Me amas igual que yo a ti, ¿Por qué nos haces esto?

El moreno ni siquiera levantó la vista de los documentos pues si lo hacía, quizás no podría evitar golpearlo, perdiendo así su trabajo y su credibilidad como asistente social.

-Yo no te amo, simplemente cometí un error pero ya no más. Tus oportunidades se agotaron hace cinco malditos años, Jeff....vete, vuelve con tu familia y no me busques nunca más.

-¿Es tu última palabra?, ¿En serio vas a esconderte, Code?

Barcode le hizo un ademán con la mano para que saliera de su despacho, entonces este asintió con tristeza y derrotado se giró y caminó hacia la puerta, luego salió cerrándola, no sin antes volver a mirar al moreno, sentado tras su escritorio absorto en su trabajo.

-Maldita sea- susurró el más joven lanzando el bolígrafo hacia la puerta ya cerrada -...maldito seas, ¿a qué demonios estás jugando ahora?

Dos semanas después

Barcode estaba en su oficina a la hora de comer pero se había quedado para ultimar un informe que debía mandar al ministerio del bienestar social.

Cuando terminó este salió para dirigirse al comedor del hospital, donde seguramente sus amigos ya estarían esperándolo para comer juntos antes de volver de nuevo a sus trabajos.

...-¿Señora Mali?, ¿Qué hace aquí?, No teníamos cita hoy - habló bastante extrañado pasando por la sala de espera, donde la anciana lo esperaba.

-No, no teníamos cita pero antes de irse, su ayudante me dijo que aún estaba en su oficina.

-Si pero ya iba a com...

-Es que no tenía a quién más acudir señor Tannasit y usted es tan bueno y siempre me ha ayudado-dijo esta rompiendo a llorar.

Al trabajador social se le rompió el corazón, así que cogió a la suegra de Jeff de la mano y entraron nuevamente a su oficina.

-Está bien, siéntete y cuénteme que es lo que ha pasado.

La mujer secó sus lágrimas y bebió del vaso de agua que este le dio.

-Me siento tan enfadada y tan triste a la vez- comenzó hablando la mujer tras beberselo- Siento que Dios no deja de castigarnos y aún no sé porqué

-Bueno, debe tranquilizarse primero para contarmelo todo.

-Si, lo intentaré, joven

-Seguro que encontraremos una solución- dijo este, volviendo a colocar su cazadora en el perchero y sentándose en su silla-No se preocupe.

-Es que...es que mi niña...mi hija Trinity...mi pequeña está muy enferma y yo...yo no sabía nada.

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