Los libros fueron la savia que la alimentó, una vida tan frágil sostenida por alfileres, ideas que antes eran solo migajas, pero ahora cobraban vida gracias a las letras.
Amor y cariño de su familia, una pérdida inesperada y venganza, lágrimas que caían al observar el mar, todo convertido en su combustible literario.
Las calles nubladas por el humo, su escenario favorito cada vez que leía, la medicina para su corazón punzante, la literatura tomó camino por ella.
Fiel amigo, confidente, único cuidador, así los libros se volvieron para ella
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Poesía del atardecer
PoeziePoesía del atardecer es un canto sin tiempo, un relato de emociones que laten en el pecho, una voz que busca llegar al alma y al sentimiento, y abrir las puertas del corazón a un universo estrecho. A través de versos y rimas, se abre una ventana, qu...