1. Estación

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Sentí la expectación de lo inevitable,

una tarde de abril donde las flores susurraban

con sus pétalos marchitos rozando mis pensamientos,

preguntándome qué debía hacer antes de que todo cambiara.

Quizás más esperanza que tristeza,

quizás más anhelo que desolación,

menos rocío en las hojas del amanecer,

la armonía de lo imperfecto,

lo cursi de lo perfecto.

Comprendí que nada es eterno,

que el apego duele más que las despedidas,

que la conexión es impredecible,

y que todo esto nos lleva a la inexistencia.

Pero, en relaciones profundas,

en amistades verdaderas,

se encuentran lazos de sangre invisibles.

Te perdí, y en una estación esperé tu regreso.

Las vías resonaban con más fuerza

conforme los días pasaban,

esperando un verdadero adiós.

Las lluvias lloraban por mí,

cada gota representaba el olvido que seremos.

He estado pensando en el vacío que dejas,

concluyendo que es menos doloroso

ser un buen espectador,

como si otra persona habitara este cuerpo

lleno de dolor y agonía.

En esta estación te dejaré,

aunque nunca estuviste.


Historia detrás del poema:🛤️🌻

Este poema nace del dolor profundo que una persona sintió al perder a su amigo en la muerte. Aquel abril, mientras las flores comenzaban a marchitarse, sintió que su mundo también se desmoronaba. La estación se convirtió en un símbolo de su espera interminable, esperando verla regresar, aunque sabía que eso nunca ocurriría.

Las vías del tren resonaban con el eco de la soledad, y cada día que pasaba era una tortura; cada sonido recordaba su ausencia. La lluvia que caía parecía llorar con esta persona, cada gota era un reflejo de su tristeza y del inevitable olvido que algún día nos envolverá a todos.

Se dio cuenta de que a veces es menos doloroso distanciarse emocionalmente, convertirse en un espectador de la propia vida, porque enfrentarse a la realidad del dolor puede ser insoportable. Este poema captura la lucha interna, la negación y, finalmente, el intento de dejar ir a su amiga, aunque en realidad nunca estuvo en esa estación. Fue una forma de aceptar lo inaceptable y de encontrar una salida a la agonía.

Poesía del atardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora