Esposa Fea En Casa

Capítulo 47: ¿Sabes mi fecha de nacimiento?

Un beso ligeramente frío con el aroma de la fragancia de Zelan, impreso en los labios, se fue de inmediato.

Alguien que ha estado esperando (con ganas) durante mucho tiempo...

¿Eso es todo?

Wan Qiu como un gato que ha robado un pescado, rodó debajo de la manta, pateó felizmente y se durmió satisfecho.

Shan Yu se quedó mirando el techo durante un largo rato, preguntándose por qué no había sacado la lengua hoy. Por otra parte, pensó que Wan Qiu era realmente una escoria.

Se escapó después de besarlo, le dio la espalda y ni siquiera se tapó. ¿qué pasa si no es una escoria?

Shan Yu agarró la esquina de la manta y tiró de ella, y tomó en brazos a Wan Qiu, diciendo con voz baja pero firme: "De ahora en adelante no habrá besos robados". (¿En serio?)

La verdad es...

Shan Yu se instaló en la habitación de Wan Qiu, no encontró ninguna razón para pasar la noche y Wan Qiu no lo ahuyentó.

Eran como una pareja normal, alimentando a su hijo tres veces al día, y el beso secreto de cada noche los hacía a los dos bastante dulces.

Lo único que hace que Shan Yu se sintiera triste era Lian Zhou.

El joven maestro ignorante todavía parece querer luchar contra Shan Yu hasta el final, diciendo que Shan Yu sólo puede elegir entre él y Wan Qiu, o de lo contrario no volverán a verse nunca más.

Esto es como esa pregunta descerebrada que se le ocurrió a algún descerebrado, preguntándote, que tu mujer y tu madre cayeron al río al mismo tiempo, ¿a cuál quieres salvar primero?

¿Qué es esto?

¿Esto no es irracional, forzar a la gente a una situación difícil?

¿Desde cuándo el amor se puede pesar en una balanza con la familia y la amistad? ¿Existe alguna comparación?

¿Acaso el amor por sí solo no basta para que una persona viva en el mundo? ¿O basta con el cariño familiar? ¿O basta con la amistad?

Shan Yu tiene una personalidad sólida, no elige nada.

Sin mencionar que él y Wan Qiu solo están en una etapa ambigua, incluso si realmente está con Wan Qiu, no haria ningún compromiso por nadie ni por nada.

El amor y la amistad no entran en conflicto, pero es Lian Zhou quien no puede dar un giro de 180 grados.

Shan Yu siempre ha querido encontrar una oportunidad adecuada para hablar con Lian Zhou, y da la casualidad de que este día, el octavo día del duodécimo mes lunar, es el cumpleaños de Lian Zhou.

Aunque aquí no había ningún festival, Shan Yu preparó temprano los ingredientes para el congee y se dirigió a una tienda de ropa abierta por un viajero para comprar algunos juegos de la última ropa de invierno, eligiendo el color favorito de Lian Zhou, el rojo.

Pensando que Lian Zhou siempre echaba de menos su hogar, fue hasta una famosa casa de té y compró docenas de hojas de té, las envolvió en paquetes de papel vegetal rojo y escribió pequeños caracteres de la fortuna.

También había sobres rojos, bocadillos y libros, por nombrar sólo algunos.

Wan Qiu no pudo evitar envidiar el carrito lleno de regalos de cumpleaños.

Quería estar celoso, pero no tenía fuerzas para ello.

Por no hablar de las joyas y la ropa caras, sino de las varias cestas grandes de té, ¡qué valiosas eran!