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Bocetos del cambio

Mi hermane me dijo que no coloreara los bocetos,
pero elle piensa que el metro-bus puede traer cambios positivos,
y al mismo tiempo lo opuesto,
para éstas calles grises.

Pero le entiendo,
porque yo inclusive
relleno mi mente
con fantasías sobre el infierno.

¿Hará calor en el infierno?

Odio cuando el calor abrasador
quema los pastizales
cerca de Barrio 18

(¿Pero yo no hago exactamente lo mismo?)

y trae las cenizas,
un recuerdo de la inminente muerte.

La creación del
Dios

(agua, fuego, animal, un ser no vivo)

no será tan estúpida como para
crear nieve que derrita mi pecho
quemándolo,
dejando a la vista mi palpitante corazón.

Porque, ridículamente,
yo siento lo mismo
cuando está aquí.

Okalani...

Te harán beber hierro...
y no podrás hablar.

Hablar como cuando sentía tu pelo en mi mejilla
y te aseguraba que yo era un ataúd.

Se disolverá
tu olor a mis sueños distantes.

¿Trataremos de huir...?

¿Verdad?

Podrás venir si quieres,
no te obligaré...
pero no te puedo decir
que sigo enamorado completamente...

¿Iré al cielo por eso?

En mi Kinder había un doctor
que en un accidente de moto
el tipo se voló la cabeza de cuajo.

Incluso si el cielo es volver a ese Kinder,
y llorar pulcramente en un taxi.

Incluso si el cielo es volver en el tiempo.
Dejar que maten a Kennedy.
Y observar como mi hermane
trataba de dibujar
la bandera de Japón con mi madre.

Mi madre,
perfectamente perfecta,
perfectamente asustada,
melancólicamente perdida.

Incluso si el cielo
significa ir a 195 Km por hora en un carro
cantando una canción de Blur

Incluso si el cielo
es reconocerte
por una vez, caminando entre calles de concreto,
brutalismo poco o nada intencionado,
y establecer una conversación absurda.

Incluso si el cielo es huir,
huir de todo,
porque nada de esto es nuestra culpa, y eso lo sabemos.

Incluso si todo eso se puede transformar
en un perfecto cielo imaginario.

Yo sé que el cielo no está.

El cielo no existe.