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La felicidad que Jisung le dejó se esfumó tan rápido como llegó el día siguiente.

Los miércoles no tenía clases tan temprano, para su propia fortuna, solo dos clases: una a las once de la mañana y la otra a las tres de la tarde. Después de eso, quedaba libre completamente.

Kazuha llegó a las diez, como siempre, sin hacer preguntas sobre Jeongin marcado en el aroma de Jisung. Kazuha era una chica japonesa que llegó solo un año atrás a Corea y a ese edificio, tenía dieciocho años y vivía con sus padres todavía. Decidió tomarse un año sabático para ahorrar y entrar a la universidad el año siguiente, por lo que Minho le pagaba para cuidar de su cachorrito. Jeongin la adoraba, ambos se llevaban muy bien y Kazuha se encargaba de mimarlo mucho.

Le dio las indicaciones de siempre, despidiéndose de ambos y saliendo a tomar el bus para llegar a su clase. Iba bastante contento al recordar la conversación que mantuvo la noche pasada con Jisung, que se fue más allá de las diez de la noche. Ambos se quedaron conversando de muchas cosas, conociéndose mucho más, mientras que Jeongin se quedó dormido en los brazos del alfa. La visión de los dos, entendiéndose tan bien, le provocó demasiada ternura a Minho, su corazón latiendo aceleradamente.

Todavía tenía muchas dudas respecto a dicha salida, por eso le dijo a Jisung que quería ir lento, conocerlo mucho más, antes de dar un gran paso como salir. El mayor le dijo que no se preocupara, porque él también quería conocerlo a él, así que decidieron tener una cita el sábado, una cita de verdad. Probablemente, Minho le pediría a Hyunjin que cuidara de Jeongin, porque la idea es que salieran los dos solos.

Llegó a la universidad varios minutos después, apurándose en llegar a la sala en la que le tocaba clases a esa hora. Sin embargo, supo enseguida que algo no iba bien cuando entró. La profesora todavía no llegaba, pero ya había varios compañeros, que se voltearon a verlo apenas apareció.

Trató de mantener su expresión tranquila al caminar hacia un asiento, escuchando los cuchicheos a su alrededor. ¿Qué demonios?

— Minho —susurró Minju, inclinándose para hablarle en voz baja y que nadie escuchara—, oye...

— ¿Qué le pasa a todo el mundo? —masculló Minho, frunciendo el ceño—. ¡No dejan de mirarme!

Minju tragó saliva, removiéndose en su lugar.

— Alguien te vio con el profesor Han, ayer, luego de clases —explicó Minju con rapidez—, te vieron subiéndote a su auto. ¿Eso es cierto?

Minho se quedó congelado, sorprendido por lo que le estaba contando su amiga. Pudo sentir el pánico atenazándose en su estómago, los nervios haciendo que su piel se pusiera de gallina.

Oh dios, santo dios, ¡ni siquiera lo pensó en su momento! ¿Cómo se le ocurrió irse con él tan enseguida, cuando todos sus compañeros también estaban saliendo?

Tragó saliva, queriendo hablar, pero sintiendo su boca seca. Para su propia fortuna, en ese momento llegó la profesora Shin, haciendo que todos se acomodaran para iniciar la clase. Sin embargo, eso no quitó que podía sentir algunos ojos puestos en él todavía.

Ni siquiera pudo concentrarse en el resto de la clase, removiéndose en su lugar varias veces, sus manos transpirando, con los nervios comenzando a hacerse más y más fuertes. No podía dejar de pensar en lo que Minju le acababa de decir, en el hecho de que sus compañeros pudieran estar sospechando que Jisung y él... que ellos...

Way Back Home.《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora