ღ11.

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Minho arrugó el ceño al olisquear el aroma de Hyunjin, que lo ignoraba olímpicamente. Incluso Seungmin tenía una expresión de desconcierto en su cara, algo novedoso para los dos omegas.

— ¿Hueles a alfa? —preguntó Lino.

— Alucinas —dijo Jin, tomando en brazos a Jeongin.

— ¡Yo también lo huelo! —bufó Seungmin—. Estás pasado a alfa, Jin, ¡¿con quién te revolcaste?!

— ¡Baaaaaaaaaaaaaaah! —chilló Jeongin, mordiendo su pobre y destrozado peluche de gato.

— No me he revolcado con nadie —protestó Jin—. El suelto aquí siempre has sido tú.

Seungmin puso ahora una cara de ofendido, aunque se notaba enseguida que no se lo estaba tomando en serio. Minho trató de contener la risa, a pesar de que la curiosidad lo estaba carcomiendo por dentro.

— Pero Hyunjin...

— ¡No les diré nada! —Jin comenzó a peinarle el cabello a Jeongin—. No hasta saber si es algo serio. No quiero ilusionarme ni ilusionarlos.

Los dos decidieron no insistir más en el tema, porque no querían que su amigo la pasara mal con tantas preguntas o, como decía él, emocionarse con un alfa que quizás le dejaría debido a su problema. A pesar de no estarlo demostrando mucho, parecía un poco feliz en ese instante, y no querían arruinar esa felicidad.

Seungmin, especialmente, era el que más se preocupaba por los dos debido a su naturaleza alfa. Muy bien podía estar prometido con Soojin, a quien amaba mucho, pero eso no quitaba que quisiera proteger a los omegas.

— Bueno, ¡hablando de otro tema! —dijo Minho, sirviéndoles un poco de jugo a cada uno—. ¿Pueden creer que un profesor me puso un examen para el sábado? ¡Un sábado! Todos nos quejamos, pero el desgraciado dijo que no estaba disponible otro día.

Como ya era costumbre, los tres se juntaron una vez al mes para ponerse al día de todos los temas. Esta vez fue un miércoles a principios de diciembre, con el invierno ya llegando al país y un frío enorme. A Minho no le gustaba demasiado dicha estación, pero se dio cuenta una semana atrás, cuando Jisung se quedó a dormir allí, de lo calentito que era el alfa. Podía abrazarlo toda la noche, sin recibir queja alguna, y le gustaba demasiado eso.

— ¿No irás a trabajar entonces? —preguntó Seungmin, recogiéndole un auto de juguete a Jeongin, que lo recibió feliz.

— No creo —suspiró Minho—. Le pregunté a Kazuha si podía cuidarlo, pero me ha dicho que tiene un compromiso familiar. Así que Jin...

— Oh —el aludido sonrió con algo de culpabilidad—. Lo siento, Lino, tampoco puedo. Iré a una cita con... —se calló antes de continuar, enrojeciendo.

— ¿En la mañana? —Seungmin enarcó una ceja—. ¿O acaso pasarás la noche del viernes con ese alfa?

— ¡Qué pesado eres! —se quejó Jin.

— ¡Toto! —afirmó Jeongin, chupando el auto.

— Mataré a tu bebé —suspiró Seungmin.

— Mmm... —Minho lució algo desanimado ante la negativa de Hyunjin, girándose hacia Seungmin—. Podría llevarlo al café, luego lo voy a retirar —sugirió, algo inseguro.

Way Back Home.《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora