16화 : Purple Faith

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Días de arduo trabajo están dando frutos. El pueblo comienza a retomar color; los alfas yendo y viniendo con herramientas para reparar lo que se creía perdido, junto a risas y chistes, habían dado agradable ruido al reino. Jungkook parecía contento con los resultados, pero no tanto con el hecho de que apenas ha podido hablar con Taehyung desde esa noche en su habitación. Intentó decir una o dos tres palabras de consuelo, pero al intentar abrazarlo, Taehyung huyó con la excusa de que era tarde. Desde esa noche, el alfa se ha ensimismado en sus labores; su sección estaba reluciente y solo quedan detalles finales por alistar. Incluso arregló el armario oxidado y la base de una cama, la cual fue roida por la humedad. Ahora se encarga de limpiar las piedras lisas que forman un mosaico en la fachada; lleva un par de horas puliendo del moho cada línea, pero es agradable tal esfuerzo en sus antebrazos. Limpiar es su nueva actividad favorita, no ha pensado en nada durante los tres últimos días.

—Taehyung-ssi —llama una tímida voz a sus espaldas; deja el cepillo para mirar en su dirección, el omega puberto viene bien precedido por un alfa de mal humor y dos pequeñas niñas rebotando sus dos trenzas al saltar sobre las piedras del sendero.

—Jeongin, ¿cierto? —el omega asiente enseguida.

—¿Está el príncipe Jungkook? Los he visto llegar juntos esta mañana —el alfa a sus espaldas retiene un bufido; si el rubio escucha, nada dice.

—Se fue hace unos minutos rumbo al castillo, debía recibir un pedido de flores. Quizá no tarde —sus ojos viajan hacia la canasta que carga el omega. —¿Vinieron hasta acá solos? —el centro debe estar a unas calles.

—Oh, no no no —asegura negando con efusividad, teme un regaño. —Jeongyeon noona está a unas calles —explica breve. —Les trajimos aperitivos, han trabajado duro.

Ahora Taehyung sí escucha el bufido del alfa junto a ellos; le observa, más este evita su mirada admirando la estructura de la casa. —Muchas gracias, chicos. No era necesario —sonríe de labios sellados como mejor agradecimiento. —Pueden esperar al príncipe adentro, no debe de tardar.

—¿El príncipe compró más flores? —es una de las pequeñas quien se aproxima a él con enormes ojos expresivos; al alfa le recuerdan a alguien. Hasta donde tiene memoria, es la pequeña que le dibujó en el brazos.

Taehyung se hinca sobre una rodilla para hablarle frente a frente. —Sí, hará un enorme arco de flores. Dijo que te gustaría mucho —Chae cubre sus labios intentando contener su emocion.

—¿Necesita ayuda en algo, Taehyung-ssi? Podemos ayudarle mientras esperamos —es Jeongin quien ofrece y ambas niñas saltan en emotivo asentimiento.

—Oh, no es necesari-

—Por favor —insiste el omega.

Taehyung suspira, rendido. —Parece que el príncipe dejó las camas a medio hacer, ¿podrían ayudarnos a terminar de arreglar las habitaciones?

—¡Sí! —Yeji ni siquiera pregunta cuando corre dentro de la casa; Chaeyoung, en su lugar, mira a Jeongin por aprobación.

El omega le indica que puede seguirla también. —Les gusta ver las sábanas ondear —excusa enseguida.

—Pueden dejar todo adentro para cuando el príncipe llegue —señala hacia su canasta. —No debe tardar.

—Gracias —hace una educada venia antes de ingresar a la vivienda. Entonces, Taehyung cruza con los ojos severos del joven alfa.

—Puedes ir con ellos, si quieres —es amable al decir, pero este niega. —Como gustes —él no tenía buenas habilidades de niñero, no como Jungkook.

Golden Cages: La Fábula del Soldado, El Poeta y El ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora