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Las memorias son como las bellas flores de primavera. Con el tiempo van desapareciendo lentamente, pero aveces estas son arrasadas por una cruel llama de fuego... Que mal que la flor del amado de Mexico fue...
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Era otro día más para el de sangre azteca, su rutina era la misma de siempre y eso le aburría. Pensar que hace unos días despertaba emocionado y feliz de ver a su amado, ahora simplemente despertaba con las ganas inmensas de desaparecer, ya no tenía sentido ir al instituto sin verlo, ya no tenía sentido ir a salidas sin él, ya no tenía sentido no acompañarlo hacia su casa, ya no tenía sentido desvelarse mandando mensajes diciendo cada cursilería. Todo se acabó.
Sus ganas de todo se acabó, cada momento que pasó con él a su lado fue magnífico, podría decirse como un cuento de hadas pero hecho realidad, cada risa, coqueteo, roces, absolutamente todo.
El tricolor pensó como podría pasar el resto de días sin el alemán a su lado, cómo podría seguir sin ver su lindo rostro, un pequeño y lindo paisaje totalmente admirable y bello, ¿que más podía pedir? si lo tenía todo estando con él. Cada mañana sin ver esa linda sonrisa, esos lentes que decoraban su rostro, aquellos lunares que parecían estrellas y daban esas ganas de contar todos uno por uno.. lo hacía ver más lindo de lo que ya era, eso pensaba México, nunca cambiaría de opinión.
Una llamada entrante se apareció en aquel aparato eléctrico sacando al azteca de sus pensamientos tan placenteros.
- ¿Quién habla?
Atendió el Mexicano.
- Soy Chile po' weon, que haci' que tardai' tanto? Te van a poner una falta! -habló preocupado por su amigo, realmente no la estaba pasando bien-
Se quedó en silencio por unos segundos pensando.
- ..Hoy.. no iré
- Pero Mex!-
Y cortó la llamada.
No estaba de humor para salir, quería hundirse en una esquina liberando todas esas ganas de llorar, sus ojos ardían por las anteriores noches que pasó lleno de tristeza, aislándose de los demás sin tener alguno que otro contacto físico excepto el de su madre. La mujer de pelo largo castaño, su pelo ondulado en las puntas le hacía ver como la persona más bondadosa del mundo, y vaya que si lo era.
El ojiverde se tapó con sus sábanas cubriendo todo su cuerpo incluyendo su cabeza, un nudo en su garganta se formó, sus ojos hinchados empezaron a humedecerse con el objetivo de salir de estos y recorrer esas mejillas enrojecidas llegando a mojar aquella almohada.
❲ 💧 ❳
Un movimiento ligero lo despertó, sus ojos se abrieron lentamente sintiendo como acariciaban su mejilla. Cuando por fin se acostumbró a la luz del ambiente pudo ver la figura de un chico al frente suyo, era Alemania quien estaba en frente suyo con una sonrisa en su labios viendo feliz al tricolor.
- Ale?.. ¿Qué haces aquí?
México no tuvo respuestas, el silencio se adueñó de la habitación llenándolo de una paz inmensa. Luego de unos segundos el de ojos verdosos se sentó en esa cama estirando sus brazos hacia el alemán, como respuesta, Alemania fue a darle un abrazo al más alto soltando pequeñas risas mientras se recostaban en la cómoda cama. México solo se dedicaba a reír junto al contrario, y de sus ojos solo salían esas lágrimas saladas empapando sus mejillas.
