El eunuco está embarazado

Capítulo 55: El gran pájaro rojo.

"¿Eh...?"

"......."

Al ver esto, Le Yao Yao y Leng Jun Yu quedaron atónitos.

Le Yao Yao sintió una explosión en su mente; como si la hubiera asado un rayo.

¡Oh Dios!

¡¡Ella... ella ella ella ella ella... estaba teniendo una hemorragia nasal por mirar a un hombre sexy!!

¡Y en este momento, se estaba derramando sin parar!

Ahora, no solo los muslos del Rey del Infierno estaban rojos, su cosa también estaba teñida de rojo por la hemorragia nasal de ella....

Las emociones de Le Yao Yao podrían describirse como viento caótico.

Woah, un gran pájaro rojo...

En cuanto a Leng Jun Yu, al ver su muslo ensangrentado, su rostro se derrumbó de inmediato.

Instantáneamente, sus mejillas se sonrojaron.

Después de todo, estaba en estado de shock.

Nunca había experimentado algo así en toda su vida.

Aunque estaba bastante orgulloso de su cuerpo, nunca había habido una persona que se atreviera a

para mirar a su xx y tuvo una hemorragia nasal como resultado de ello.

Leng Jun Yu estaba algo orgulloso de sus logros, pero más aún, estaba avergonzado.

Porque era consciente de cómo se sentía... las gotas frescas de sangre eran como una llama apasionada para él. Era provocativo y lo ponía cachondo...

Esta era la primera vez que sentía este tipo de deseo hacia alguien, pero desafortunadamente, ¡¿era hacia un eunuco?!?!

¿Podría ser anormal?

Al pensar en esto, los ojos de Leng Jun Yu brillaron. Inmediatamente agarró una toalla con su brazo largo y musculoso y cubrió su xx.

Pero la toalla era muy delgada. A pesar de que estaba encima de su xx, aún se podía ver el bulto. Hizo que Le Yao Yao ardiera de deseo, y la velocidad de su hemorragia nasal aumentó.

Actualmente, ella

se había envuelto con fuerza las manos alrededor de la nariz, pero la sangre fresca continuaba derramándose.

Le Yao Yao honestamente tenía miedo de morir por la pérdida de sangre.

Le aterrorizaba la muerte, pero si moría porque había perdido demasiada sangre al ver a un hombre atractivo, ¡sería una muerte muy injusta!

Entonces, para evitar su muerte, Le Yao Yao no esperó la orden del Rey del Infierno y rápidamente se puso de pie mientras se agarraba la nariz y 'deng deng deng' huía a pie.

¡A la mierda con esta sociedad propietaria de esclavos!

¡A la mierda el Rey del Infierno!

¡A la mierda con su gran pájaro!

Leng Jun Yu observó cómo la diminuta figura se apresuraba a escapar de la escena. Le Yao Yao desapareció gradualmente de la vista.

Leng Jun Yu sintió una mezcla de emociones. Estaba aturdido, avergonzado y confundido...

—–

Le Yao

confundido..

—–

Le Yao Yao corrió con todas sus fuerzas. Finalmente regresó a su pequeña habitación.

*bang* ella cerró firmemente la puerta de madera mientras sostenía su corazón palpitante con una mano. Se apoyó débilmente contra la puerta de madera y se deslizó lentamente hacia abajo.

¡Oh Dios! ¿Qué demonios acaba de pasar?

¡Fue tan embarazoso!

¡Ella es una pura dama virtuosa! Sin embargo, ¿le sangró la nariz al mirar el pájaro de un hombre? Aunque el Príncipe Rui estaba caliente, ¡pero ahhhhhh! ¡Si otras personas se enteraran, su rostro no tendría adónde ir!

Además, se escapó sin el permiso del Rey del Infierno. ¿Estaba enojado?

Pero actualmente, tenía demasiado en mente para preocuparse por eso.

Demasiado había pasado hoy. Fue literalmente una ola tras otra. Primero, golpeó al Maestro Shi con cara de cerdo. Luego, el Maestro Shi vino a Shi vino a la residencia en busca de venganza. Luego, fue castigada arrodillándose. Después de eso, fue llamada a servir al Rey del Infierno.

Ella era humana, ¿de acuerdo? ¡No Dios! Además, este cuerpo era honestamente demasiado débil.

Antes, cuando estaba pasando por el castigo, ya se sentía muy mal.

Aunque era el comienzo del verano, la temperatura nocturna era bastante fría. Sin mencionar que hubo una tormenta antes. ¡Y tuvo que arrodillarse con un cubo encima de la cabeza! Luego, se partió el culo para masajear al Rey del Infierno...

En ese momento, no se dio cuenta, pero ahora que estaba sola, Le Yao Yao sintió que le dolía todo el cuerpo.

Era como si el cuerpo no le perteneciera. Además de las manos y las rodillas doloridas, la cabeza también le daba vueltas.

Fin del capítulo