¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
02; Y quién lo iba a pensar que tú me escogieras una nochecualquiera entre la multitud.
La casa a la que llegan se ve explotada en gente y Julián solo puede poner una mueca de disgusto bajando del auto de Otamendi. Junto a su amigo y el resto del grupo camina adentrándose en aquél hogar desconocido. Hay baranda a alcohol y cualquier tipo de drogas que se piense, Julián camina aguantando el aire en ciertas partes.
-¡General!- escuchan y Otamendi se va a saludar a alguien junto a Alejandro.
Nicolás conoce tanta gente piensa Julián.
-¿Qué querés tomar?- pregunta Lisandro mirando al castaño.
-¿Cerveza?- dice en un tono dudoso haciéndolo reír.
-Trae fernet y cerveza, amor- le pide a Cristian dándole un beso corto y hace el amague de llevar a Julián a bailar.
-Sin alcohol yo no puedo bailar, ya sabes, me come la vergüenza- niega Álvarez con la cabeza.
Lisandro rueda los ojos, pero no insiste sabiendo que lo que su amigo le dice es completamente real.
-Te mataría a veces nene- jode el gualeyo y recibe los vasos plásticos. -Agarrá- le pide dándole un trago a su bebida.
Julián agarra su vaso y empieza a tomar casi sin medirse. Con alcohol en sangre le dice que sí a todo, así que cuando Lisandro le insiste después un rato para ir a bailar este termina aceptando sin muchas vueltas sorprendiendo a quien lo invita. Cristian ríe mirando a su novio y a su amigo por la descoordinación que manejan al bailar. El alcohol que han consumido les juega muy en contra mientras gozan en la pista; porque hace un rato largo vaciaron el tercer vaso.
-¡Temazo!- gritan los dos juntos. -¡Dj Tao! ¿Qué pasó, están asusta'o?-
La noche es genial para Julián, porque a pesar de haber tomado bastante es consiente, un poco, de sus acciones, pero aún así vergüenza no lo persigue con constancia y es libre de hacer esas cosas que sin alcohol en sangre no podría. En cierto momento, Julián cree que después de haber ido al baño por milésima vez, pierde a Cristian y a Lisandro y con la única persona que conecta miradas es con alguien que no conoce, pero que le interesaría mucho conocer.
-Hola- saluda con total normalidad, como si se conocieran desde hace tiempo.
-¿Ah?- pregunta el otro.
¿Es o se hace? se pregunta Julián y después cae de que está en una joda y para escuchar a una persona le tenés que gritar al oído la misma frase setecientas veces, y si sumamos que aquél rubio le saca unos cuantos centímetros la situación es peor.
-¡Hola!- repite con más fuerza.
El rubio sonríe.
-Hola- le responde y Julián le dedica una sonrisa que parece ir de oreja a oreja.
-¿Me acompañas a buscar algo para tomar?- pregunta y el rubio se ve bastante confundido.
Julián empieza a creer que es terrible boludo hasta que en su muñeca nota una pulsera con la bandera de Reino Unido. Este hijo de puta nos robó las Malvinas piensa y se ríe solo.
-¿Entendés español?- le pregunta.
El rubio mueve su mano tratando de decirle que su desempeño en aquél idioma no era de diez puntos.
-Ir a tomar, acompañarme- dice en lo que supone ser un 'español básico' y agrega señas.
El rubio parece comprenderlo por fin a pesar de que es un español inventado y juntos caminan hasta la cocina en busca de más alcohol. Allí cada uno toma una lata cerveza bien fría y salen al patio de la casa donde se está dando la joda. Se quedan mirándose con una sonrisa tonta, ambos admiran lo lindo que es el otro. Fielmente ambos creen que la lindura del otro es irreal, simplemente de otro mundo.
-Sos lindo- suelta Julián entre hipidos dejando su lata de cerveza en el piso.
Está en sus peores fachas, pero ya no le importa nada porque aquél rubio primeramente no lo conoce y además parece no entender muy bien el español. Recibe una sonrisa como parte de una respuesta dándole a saber que el rubio lo entendió.
-También tú- le contesta con ese español inventado.
Julián se carcajea.
-Sos lindo..- repite casi como reflexión.
Están más cerca que antes y eso no le desagrada para nada, se siente cómodo con aquél inglés.
Lisandro se la pasa buscando a Julián hasta que Cristian le dice que no se preocupe y lo saca a bailar cuarteto, ¿Cómo negarse a bailar cuarteto con su novio cordobés? Simplemente no pudo y rogó porque su amigo estuviese bien.
Y a decir verdad Julián la estaba pasando de maravilla. Se había sentado con aquél rubio que ahora tenía nombre; Erling Haaland. Le gustaba como lo pronunciaba, le gustaba él. Habían ocupado unas sillas de por ahí y charlaban de forma casi pobre, pero no les importaba nada. El español de Erling lo hacía reír, se sentía bien con el mayor; porque sí, ya había averiguado que le llevaba prácticamente dos años. En otro momento hubiera pensado “ Como Enzo ” pero en ese momento solo pensaba en el chico que tenía frente a él.
-Sos lindo- repite Julián.
Si recordaba algo de aquella noche sabía que se iba a arrepentir una y mil veces de haber dicho la misma frase más de una vez a la misma persona. Había hasta intercambiado Instragram con el rubio por lo que de seguro recordaría aquella noche o por lo menos fragmentos de la misma. Sin duda el fragmento que no olvidaría sería la cereza del postre, aquél suceso de besar a aquél rubio que no entiende muy bien idioma, o en otras palabras, a Erling Haaland.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
n/a: escribo esto medio dormida así q cualquier error q vean me avisan jajqj😭
devuelvanme a la era de fifteen, extraño la facilidad para escribir ese fic 😔
