Capítulo 2: Escapar

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El día había llegado...

Una de las sirvientas del palacio la habían avisado que estarían muy ocupadas debido a la celebración que tendría lugar hoy en la noche...

No la explicaron exactamente qué se celebraba, pero eso la daba igual, era mejor para su plan de escape...

Se pasaron todo el santo día limpiando, cocinando y preparándolo todo, hasta que llegó la noche...

Ahora, la peli rosa se encontraba en el cuarto de Hakuryuu mientras le veía acomodarse sus prendas.

-Oye, te he notado muy callada estos días, ¿estás bien? -preguntó el peli azul volteando a verla con un notable semblante de preocupación en su rostro, cosa que sorprendió levemente a la oji jade -sé que no hace falta preguntar, debido a que mi padrastro te entregó a Judal, pero... no puedo evitar preocuparme...

La fémina sólo se lo quedó mirando con su semblante levemente serio, para después hacer una reverencia dejando extrañado al contrario.

-No se preocupe, Hakuryuu-sama, estoy bien -respondió ella sin decir nada más, pero el peli azul no estaba seguro de eso.

Él sabía que a Judal le encantaba meterse con la peli rosa debido a que ella era extraña, según el peli negro, aunque no le quitaba la razón...

La fémina frente a él si que era un misterio... comenzando desde su apariencia hasta su personalidad...

Y es que, ¿dónde se vió a alguien con un cabello rosado de ese tono y esos ojos jades tan hermosos pero extraños al mismo tiempo?

Por no hablar del extraño rombo en su frente...

La peli rosa era un gran misterio para él, pero, fue su apariencia lo que hizo que él la comprara, ya que, ella destacaba demasiado por su cabello y sus ojos...

Tal vez Judal sepa algo de ella que no quiera compartir con ellos, pero...

Él no podía perdonar que sólo por eso la tratase como si no fuera una persona más en este mundo...

-Ya veo... -susurró él sonriendo levemente -cuando necesites ayuda, pídemelo... tal vez no confíes en mí, pero haré lo que esté en mis manos para ayudarte...

La peli rosa se sorprendió levemente por las palabras del contrario... algo la decía que él no mentía, pero...

Ella decidió no confiar en nadie...
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En el Imperio Kou, se encontraban celebrando un gran evento...

Había música por todo el lugar, comida, personas...

Era la oportunidad perfecta para huir...

La peli rosa se encontraba en su habitación, la cuál Hakuryuu se encargó de entregarla, ya que, según él, quería mantenerla cerca por si la necesitaba...

Miró por la ventana mientras veía a la gente beber y bailar animados...

Nunca la gustó las celebraciones de ese país...

Era más, los odiaba a todos, y con "todos" se refería a los altos mandos...

Salió de sus pensamientos al escuchar cómo la puerta de su habitación se abría provocándola un escalofrío...

-¿Eh? ¿No vas a la fiesta? -escuchó que la preguntó la voz de una de las sirvientas, cosa que provocó que ella suspirara aliviada.

-No, no me siento bien -mintió la peli rosa volteando a verla con una sonrisa leve.

Sumiko, era una mujer de unos 22 años, tenía el cabello castaño largo y sus ojos eran del mismo color que su cabello, tenía un cuerpo bien dotado para su edad, sin lugar a dudas era hermosa... ella fue la única, a parte de Hakuryuu, que la acogió amablemente...

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