Acto 5: El silencio habla por si solo.
Tras leer las duras palabras dejadas escritas en el arrugado papel de su abuela, quedó paralizada sumergida en llanto provocándole un nudo en la garganta haciéndole imposible pronunciar algún término para expresar el sentimiento obvio de tristeza que sentía.
Kenji dejo caer al animal en una alfombra colocándole una pequeña manta por encima que se ubicaba en un sillón del salón para que así entrara en calor, una vez hecho se dirigió donde se encontraba Itory, al verla con la cabeza apoyada en la pared y lagrimas en sus ojos estiró sus brazos dándole un fuerte y reconfortante abrazo.
-no estás sola en esto....
Le dijo al oído susurrando y acariciando su cabello para tranquilizarla, ella le devolvió el abrazo con más fuerza lo que sorprendió a Kenji alegrándose severamente ya que nunca ella había mostrado ese afecto hacia su persona. La noche transcurrió tranquila, el frío helaba el ambiente congelando los cristales y provocando vaho al respirar, el ambiente era pacífico incluso un severo ruido podría romper el silencio que inundaba el lugar. Itory decidió pasar la noche en su antigua habitación, mientras Kenji se recostaba en el sofá al lado del minino haciéndole compañía mientras lo acariciaba con delicadeza, la joven pasó las horas muertas observando la ventana invadiendo su cabeza de recuerdos ya vividos que pasaron sus abuelos y ella, algunos momentos felices y otros tristes pero todos con mucho anhelo quería volver ellos, a estar juntos de nuevo para poder abrazarlos y gritarles lo mucho que los quiere y como los hecha de menos, sin ellos una parte de ella murió para siempre, Quedó postrada con la cabeza apoyada en su brazo dormida con lágrimas recorriendo su rostro. El sol comenzó a salir iniciando la mañana y el día, el joven tocó varias veces a su puerta pero al no recibir respuesta abrió la puerta lentamente preocupado encontrándose a Itory durmiendo plácidamente, le colocó una manta encima de ella y se dirigió a la cocina a buscar algunas conservas o alimentos que no estuvieran cumplidos para poder comerlos. Rebuscando en varios armarios encontró lo que parecía un bote de verduras en conserva que no parecía estar cumplido, sin darle mas vueltas agarró un plato limpiándolo con la manga de su camiseta vertió las verduras añadiéndole un poco de sal y algunas especies que ubicaba por la zona, poco después repitió la misma acción con otro plato y colocó a ambos en la mesa mientras se sentaba en la silla a la espera de Itory. Apoyado en su mano observaba la nieve posada en la ventana haciéndole recordar la última vez que pudo ver a su madre, ese día la nieve era un poco más densa y la temperatura más baja aumentando las ganas de recibir un cálido abrazo, la mano posada en la suya apretando con suavidad mirándole recibiendo su último adiós mientras contemplaba el brillo en sus ojos como se desvanecía de a poco. Aunque fuera triste de recordar Kenji lo veía como algo bueno ya que esa fue la primera y ultima vez que pudo ver el rostro de su madre feliz y serena.
El ruido de una puerta abriéndose lentamente se escuchó al fondo del pasillo seguido de unos pasos débiles y lentos escuchándose acercarse, Itory se acercó a la cocina adormilada aún saludando fríamente a Kenji, se sentó justo en frente de él dirigiendo su mirada al plato con una expresión de repugnancia.
-no he encontrado nada mejor...lo siento si no te gusta.
Comentó Kenji apreciando el rostro de la joven.
-no te preocupes.
Respondió Itory bastante apenada así comenzando ambos a comer, ella se tomaba bastante tiempo para masticar y lograr tragar la comida mientras Kenji devoraba el plato con ansia por el inmenso hambre que llevaba acumulado. Mientras tanto en el hospital Yokohama donde se encontraba Kasumi, la sala de investigación estaba hecha un desastre todo había sido derribado en el suelo, muchos de los frascos estaban derramados por el lugar y la gente que tenia cautiva para sus experimentos habían sido liberados por la policía que horas antes visito después de la fuga de Itory y Kenji. Kasumi estaba desparecido ya que nadie lo vio salir del hospital ni yacía dentro del recinto tras varias inspecciones por parte de los agentes, tomaron testimonio a Evelyn y varios enfermeros que tuvieron relación con él pero no consiguieron respuesta, la gente que fue liberada permanecían ingresados en un hospital militar vigilado constantemente. Nadie se explicaba como pudo haber pasado todo eso sin que ninguno del personal se diera cuenta de lo sucedido, el viento comenzaba arebatar fuerte contra las ventanas dejando un sonido estremecedor en el lugar. Las huellas marcadas en el suelo cubierto de la nieve dejaba ver el rastro de ambos chicos dirigiéndoles hacia la casa, la policía revisó sus formularios y las extrañas anomalías encontradas en ellos dejando ver una cara constante de preocupación e interés.
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Lo que las gotas de agua te hacen ver
RandomEsta obra va a ir basandose en varios actos, aquí les presento el acto 1 que es de como todo esto comenzó a raíz de la tragedia que le ocurrió a Kasumi.