In this zero world...

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Una tarde lluviosa iba caminando por el puente del río Han, preguntándome si mi vida tenía el más mínimo sentido; estaba triste, solo y en un camino monótono que seguía desde hace años y años, no sabía que hacer. 

Olvidé mi paraguas en el pequeño apartamento en aquel barrio de mala muerte que alquilé meses atrás, cuando no tenía nada más que un bolso con tres prendas y un trabajo mal pagado por no conseguir nada más al ser un estudiante que sobrevivía gracias a una beca. Los recuerdos de lo que era mi antigua vida y el presente se acumulaban y persistian en torturarme, no tenía idea de a dónde iría a parar. 

Las aguas del río corrían rápido y turbulentamente como si estuvieran llamándome, diciendo que allí encontraría lo que tanto anhelaba: paz. En mi día a día no había un ruido que entrara a perturbarme, pero una rutina que me mataba cada vez más mientras mi mente clavaba estacas de mi memoria en el corazón, era un silencio horrible. 

¿Por qué nunca pude ser feliz? ¿Siempre fui tan miserable?

Creía que ya no tenía nada más por lo que luchar, la baranda de seguridad a la que alguna vez decidieron colocarle frases motivadoras inservibles no era nada más que un pequeño obstáculo que podía pasar alzando las piernas y sujetándome con los brazos; una línea que leí de pasada decía que me extrañarían si lo hacía..¿Hay alguien esperándome en casa? Mi hogar desapareció el día en que me dieron la espalda por ser quien soy.

Ya estaba decidido, al borde de aquel precipicio entre la vida y mi ansiada tranquilidad mientras las voces gritando que no lo hiciera se hacían lejanas ¡Ni siquiera conocía a esas personas! ¿Por qué importarles mi existencia?

Muchos gritaron y otros aguantaron la respiración al verme saltar con los ojos cerrados...pero el frío helado del agua nunca llegó, una mano me sujetaba fuertemente.

La mano tiró tan fuerte que me llevó hasta el otro lado, a salvo del llamado de la muerte, temblando y dándome un abrazo que intentaba ser consolador. Cuando me di cuenta, yo también estaba llorando.

Tú fuiste mi mano salvadora, la que me sacó del abismo poco a poco, la que me secó las lágrimas cada noche de tormento, fuiste mi luz en la oscuridad.

Fuiste mi único lugar seguro en este mundo de mierda, hyung.


Say you love me •YEONBIN•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora