No podría empezar ésta historia sin antes recordar el día en que lo conocí.
Sé que el recuerda perfectamente ese día también, aunque no creo que de la misma manera que yo. Recuerdo mi cápsula volando por el espacio y esquivando los diferentes asteroides que se encontraban flotando por ahí, recuerdo cuando ví a lo lejos otra cápsula parecida a la mía, pero esta era de color azul, recuerdo vagamente cuando lo ví: regordetes cachetes azules pero con ligeros tonos rosados, unos grandes ojos verdes brillantes que me miraban con atención.
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No puedo recordar exactamente lo que sentí ya que solo era un bebé, pero sé que desde ahí quedé idiotizado con él hasta el día de hoy.
Eventualmente lo olvidé, crecí con mis padres en una lujosa mansión y con todas las cosas que jamás pude soñar. Nunca tuve inconveniente para aprender a usar mis poderes, siempre pude utilizarlos a la perfección e incluso aprendí a volar antes de aprender a caminar. Comencé mi vida escolar con normalidad y rápidamente me volví el más popular de la escuela, todos querían ser mis amigos y todos los profesores me amaban, yo también amaba la atención.
Pero un día él volvió a mi vida, no me había dado cuenta que había olvidado su existencia por completo y cuando volví a ver esos hermosos ojos mi mundo se detuvo por completo.
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