El crepúsculo ya comenzaba a percibirse en el planeta Sadala y con ello la temperatura del ambiente comenzaba a bajar, dejando un ambiente helado y húmedo a su paso. En medio del paisaje árido dos jóvenes saiyajin se encontraban sentados en el suelo tierroso, iluminados por la tenue luz de una fogata en la que también se encontraban cocinando los que serían sus alimentos para aquella tarde; unos trozos de carne y algunas setas comestibles clavadas en una rama. Mientras el más bajo checaba la cocción de los ingredientes se encontraba tarareando con suavidad una melodía que su acompañante no alcanzaba a identificar, pero que de igual manera resultaba dulce e incluso algo hipnótica.
—Aquí tienes. —Luego de un rato tarareando dicha melodía el joven de flequillo le ofreció una de las ramas con la carne y las setas ya cocidas, la pelialborotada las tomó unos segundos antes de agradecerle. —Gracias.
—No hay de qué. —La soldado se le quedó viendo con cierta curiosidad. El saiyajin de flequillo llevaba semanas manteniendo una actitud menos hostil, incluso se podría decir que era dulce con ella. —Antes de que lo preguntes no, no voy a envenenarte con la comida. De todas formas no usaría veneno en un soldado, sería un desperdicio.
—¿Ah? No, en realidad no... —Balbuceó la solado que respondía al nombre de Caulifla antes de escuchar lo último, cosa que la hizo dirigir una mirada de enojo al contrario. —Agh, eres un imbécil.
Kyabe soltó una sonora carcajada a causa de la reacción que tuvo su compañera, cosa que solo enfureció más a esta. —¡No es gracioso!
—Claro que es gracioso, Caulifla. —Respondió el saiyajin manteniendo su expresión risueña, la mencionada rodó los ojos con tintes de fastidio. —Pero hablando en serio, ¿por qué te me quedaste viendo de esa forma?
—Nada en realidad, es solo que... —A la mente de la soldado se le vino la imagen de la fusión conformada por el criminal y su hermana adoptiva, pensando a su vez en cómo se vería una fusión donde estuviera ella involucrada con el de flequillo, y sobretodo lo que sentirían ambos al estar unidos. —¿Cómo se siente la fusión?
El saiyajin de flequillo interrumpió la mordida que estaba por darle al trozo de carne cocinada que tenía entre sus manos en cuanto escuchó a su compañera de entrenamiento hacerle tal cuestionamiento. Desconcertado, el chico le dirigió la mirada nuevamente y optó por responder a la pregunta con otra distinta.
—¿Por qué lo preguntas? —La pelialborotada desvió la mirada de su semejante masculino, un pequeño sonrojo se había hecho presente debido a la vergüenza que le ocasionaba el animarse a preguntar algo así de la completa nada, suspiró. —Curiosidad, solo eso.
—Bueno... —El chico hizo una expresión pensativa, dirigiendo una de sus manos hacia su barbilla de tal forma que el dedo índice rozaba ligeramente contra sus delicados labios, movimiento que causó cierta ternura en la soldado, era un gesto común pero muy lindo a su parecer. —Es algo muy difícil de explicar con palabras, ¿sabes? Pero si insistes...
Los ojos de Kyabe se cerraron en ese mismo instante, como si este intentara rememorar todo lo que sintió las únicas veces que recurrió a dicho recurso; y realmente no mentía al mencionar que era algo muy difícil de describir. Mientras este pensaba en aquello, la soldado se le quedó viendo con una fijación anormalmente intensa; para ese punto esta ya se encontraba en plena aceptación de las nuevas sensaciones que a menudo la invadían cuando estaba cerca de él, tan intensas que a menudo le costaba controlarlas.
—¿Alguna vez has sentido como si tu cuerpo... no fuera realmente tuyo? —La pregunta causó una expresión confusa por parte de Caulifla, sin entender esta porqué su compañero le haría tal cuestionamiento. —Bueno... en realidad no.

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One-shots Kyalifla
Fanfiction➹⸼🍀→Bienvenidos sean a este libro, si les gusta esta hermosa pareja pues este es su sitio, aquí publicaré todas las ideas Kyalifla que probablemente no lleguen a ser historias largas, si quieren incluso pueden hacer algún que otro pedido si es que...