Alejaos De my.*

66

66. Tres mujeres

Antes de que Veronica pudiera reaccionar, Calista entró en la habitación. Kalista soltó una risa aguda en la mesa de té.

"Todavía eres grosero al entrar sin el permiso del dueño".

A diferencia de Daphne, que estaba desconcertada, Veronica estaba tranquila. Más bien, fue la actitud de que levantar la comisura de la boca era divertido. Kalista, que explotó de ira, y Veronica, que se hundió, eran obviamente diferentes.

Kalista gritó, su rostro rojo de rabia.

"¡No debes tener modales!"

Kalista empujó la mesa con violencia, derribando la taza de té. El dulce aroma exclusivo del té de frutas se extendió por todas partes. Daphne observó el enfrentamiento entre los dos, sin saber qué hacer. Kalista apretó los dientes y le gritó a Veronica.

"¡¿Cómo te atreves a ni siquiera saludar a la anfitriona del palacio ?!"

"¿Una anfitriona? ¿De qué estás hablando?"

Verónica parpadeó desconcertada. Era tan natural que Daphne no pensó que Veronica realmente entendiera lo que estaba diciendo.

"La señora del palacio está vacía. ¿Por qué Kalista está tratando de ser la anfitriona... ... ."

"¡tú!"

"¿Dijiste que eras la esposa del difunto emperador? Debe haber alguna diferencia entre las leyes del Reino de Thalassa y el Imperio Peneios, señorita Kalista."

Ella se rió y dijo en voz baja.

"¿No sería difícil llamar a una relación una relación de marido y mujer después de ver una relación en la que ni siquiera se acostaron juntos? ¿Ha pasado un año desde que estuvo con Su Majestad el Emperador?

Verónica suspiró cuando levantó su taza de té y vio que se había desbordado. Su frente se arrugó.

"Lician, ¿qué haces sin limpiar esta cosa sucia?"

Todavía era una voz aguda. Las criadas se acercaron rápidamente y retiraron la taza de té.

En la atmósfera caótica, el rostro de Kalista se puso aún más rojo. Volvió la mirada hacia Daphne, que estaba sentada sobre un cojín de espinas. Por un momento, los ojos de Kalista brillaron con vergüenza e intención de matar.

Cuando Daphne se estremeció, Kalista lo ocultó y gritó.

"¡Todo lo que dice esa mujer es mentira!"

"... ... ."

"¿Un hombre al que amas? ¡No hay nada como eso! Si tomas el puesto de emperatriz, serás eliminada de inmediato."

"Ja."

Verónica suspiró. dijo Kalista, pateando los pies.

"¡Cuántas personas golpean la nuca con una cara bonita!"

Era el rostro de alguien que ya había sufrido. Daphne también fue la primera en enfrentarse a tal enfrentamiento entre mujeres de sangre noble. Era como ver pelear a Amanda y Sarah en raras ocasiones.

No había nada diferente en su lucha.

Para Daphne, ambos parecían patéticos. No era muy diferente de la guerra de nervios de la gente noble.

* * *

Al escuchar el informe, Asherard se echó a reír. Estaba callado cuando se reía, así que esto era lo mismo que irse a la cama.

"Entonces, ¿esos dos pelearon?"

"bueno."

Ioannis también sonrió.