Capítulo 17

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No pude contenerme, corrí a él para depositar un fuerte abrazo.
Enrollé mis brazos sobre su cuello, y mi mejilla húmeda de lágrimas con la suya, su reacción fue de impresión primero, pero luego su cuerpo se relajo y correspondió a mi abrazo por la cintura.
Mariana: "Ay mien, si te asustaste por mi pendejo"
Rivers: "Osvaldo eres un tarado" dije con un sollozo.
Reímos juntos.
Mi corazón se volvió loco y a la vez se tranquilizó, al saber que nuevamente estaba con Mariana.

...

Pasamos toda la mañana la mamá de Valdo y yo cuidándolo. Pero le insistí que se fuera el restó del día y regresará mañana y mientras yo lo cuidaba.
Durante la tarde vinieron Ama, Filis y Ari un rato a ver a Valdo, y aprovecharon para traerme un cambio y cosas que necesitaba

...

Mariana: "Rivers..." dijo acostado en su cama mientras lo veía desde el sillón de la habitación
Rivers: "¿Si?"
Mariana: "¿Porqué hueles a culo?"
Rivers: "Pendejo... porque estoy cuidándote, no he podido ir a mi casa"
Mariana: "¿Neta wey? Pues báñate en mi baño wey, aprovechando tu cambio de ropa"
Rivers: "Pues si es cierto, verdad. Bueno, dame 15 minutos, no te vayas a parar pendejo"

Entre al baño y procedí a ducharme
Rivers: "Puta madre" maldije en voz baja al notar que no tenía ni una sola toalla y estaba empapada.
Mariana: "¿Pasa algo?"
Rivers: "No mames mojón, no hay ni una sola toalla aquí"
Mariana: "Pues si pendejo, me los guardaron en el cajón a lado de mi cama"
Rivers: "Tápate la cara para ir por una"
Mariana: "Pendejo, si estoy ciego wey, de por si que no veo sin lentes, menos ahora" rió
Rivers: "Me da pena" grite detrás de la puerta del baño
En eso escuché un golpe de caída
Rivers: "¡OSVALDO!" Abrí la puerta para encontrármelo tirado a un lado de su cama.
Mariana: "Intenté tomar una toalla para llevártela, perdón"
Rivers: "Te estoy diciendo wey, no te muevas y es lo primero que haces" corrí apresurada, me causaba ansiedad verlo en el suelo, asi que desnuda me apresuré a tomar una toalla, con la mayor pena del mundo porque pase a un lado de el conciente, de lo apresurada que iba ni pude enrollarme, solo tape mi parte frontal con la toalla y la sostuve con mis axilas.
Rivers: "Ven aquí" procedí a tomar sus brazos y jalarlo a mi.
Logró pararse de un instante con el impulso y terminó tomado sus manos sobre mi espalda empapada. Pude ver su cara sonrojar, y yo tampoco pude quedarme atrás.
Rivers: "Daremos unos pasos atrás hacia la cama, para que tengas cuidado.... 1, 2, 3..:" cayó de sentón a la cama, y no soltó mi espalda, por lo que caí junto con él.
Mis manos cayeron sobre su pecho, y en un instante una de sus manos término sobre mi mejilla. Ambos seguíamos estáticos.
Mariana: "No sabes cuánto desearía poder ver en este instante"

...

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